CÉSAR DE MARÍA - OBRA: "VARIETE LATINA"



VARIETE  LATINA

Panfleto teatral latinoamericano, en un acto.
César De María.





El nuestro es el país de Cristo: lo damos todo sin recibir.
El nuestro es un país esponja: se chupa todo lo que pasó.
LEON GIECO, cantante argentino.

Que gobiernen nomás las putas:
los hijos ya fracasaron.
GRAFFITTI en calle de Quito.

El Perú es un burdel.
PABLO MACERA, historiador peruano.




PERSONAJES:
RAFAEL
PITUCA
LA BOBA
YAMAÑANA
MIRAGE
ISOLINA ,                            prostitutas.

OTROS, TACITOS O RECREADOS TEATRALMENTE.

Acción en un burdel de Latinoamérica, hoy o siempre.


EL ESCENARIO ESTA DIVIDIDO POR UN COLORIDO TELON DE FONDO, EN DOS CAMPOS.
DELANTE SE HA ARMADO UN PROSCENIO CON TRAPOS, PLUMAS, SABANAS Y LENTEJUELAS, TRISTEMENTE OSTENTOSO.
DETRAS SE ESCONDEN LOS ACTORES: UN TRAVESTI VESTIDO DE MAESTRO DE CEREMONIAS Y CINCO PUTAS DISFRAZADAS CON VESTIDOS PROVOCATIVOS QUE SUMAN
ELEMENTOS DE TRAJES TIPICOS AMERICANOS, SOTANAS Y ANIMALES, ARBOLES Y UNIFORMES MILITARES. HAN IMPROVISADO ALLI UN CAMERINO, COLGANDO ROPAS JUNTO A UN ESPEJO. AL FONDO, JUNTO A UNA SALIDA, ARRUMADAS, ESTAN ARRUMADOS LOS COLCHONES Y LAS CAMAS DEL BURDEL QUE CELEBRA ESTA NOCHE, CON UNA REPRESENTACION TEATRAL, 50 AÑOS DE NEGOCIO.



(EN EL CAMERINO, RAFAEL ENCIENDE UN FOSFORO EN MEDIO DE LA OSCURIDAD.
TODAS MIRAN POR UN AGUJERITO EN EL SUELO. PITUCA PEGA UNA OREJA AL PISO).

RAFAEL:              No están. No se oye nada.
MIRAGE:             Monstruos de mierda. Si se escapan justo hoy me arruinan el debut.
YAMAÑANA:     Pituca, lánzales pisco a ver si se emborrachan. (RIE)
LA BOBA:            Esto es serio. Rafael, mételes el cerillo por acá.
PITUCA:               (SE INCORPORA) Pobrecitos. El día que salgan nos van a matar.

(BEBE A PICO DE BOTELLA. RAFAEL METE EL FUEGO EN EL AGUJERO. QUEDAN A OSCURAS)

(RAFAEL ENCIENDE UN SEGUNDO FOSFORO. AHORA TODAS ESPIAN AL PUBLICO EN LA PLATEA A TRAVES DE UNA RENDIJA EN EL TELON)
PITUCA:               Míralos. Qué susto.
YAMAÑANA:     Ya están tudos sentados, esperándonos.
MIRAGE:             Monstruos de mierda. En cualquier momento nos cagan la función.
RAFAEL:              Cuánto público, cariño. Ojalá que los feos no se asomen.
LA BOBA:            No va a pasar nada, reseguro. Están ahí abajo, en sus jaulas.
MIRAGE:             ¿Y cómo sabés?
LA BOBA:            ¿No ves al gringo ahí, en la cabina? A él lo hubieran matado primero. Sólo se hacen los misteriosos, queditos para espantarnos.
(PATEA EL PISO)
PITUCA:               Pobrecitos, Yamañana. Nunca han visto el sol. Si salieran, quedarían ciegos.
YAMAÑANA:     Ciegos, pero de asco.
LA BOBA:            ¡Ya sonó el tercer timbrazo! Apaga el cerillo que si lo ve, ¡nos mata! (RAFAEL OBEDECE. QUEDAN A OSCURAS)

(RAFAEL ENCIENDE UN TERCER FOSFORO. AHORA TODAS, EN CIRCULO, JUNTAN AL CENTRO SUS MANOS DERECHAS. LAS LUCES AL OTRO LADO DEL TELON, SE ENCIENDEN Y APAGAN)

RAFAEL:              ¡El gringo ordena que comience el show!  ¡Qué nervios!
MIRAGE:             ¿Habrán venido críticos de teatro?
LA BOBA:            Esto no es un teatro, Mirage. Es un burdel.
MIRAGE:             Por eso mismo.
PITUCA:               Después de tanto ensayar, cantar, aprender...
YAMAÑANA:     Nos ha llegado la última noite. Tenemos que facer el ridículo vestidas así, como si ser putas no fora suficiente.
PITUCA:               Pero las sábanas han quedado lindas. Parece un teatro de verdad.
MIRAGE:             Si fuera de verdad, no sería teatro, ché. La cultura es ilusión.
LA BOBA:            ¡Quiubo, comencemos!
MIRAGE:             Los artistas somos la materia sutil con que están hechos...
LA BOBA:            Los pedos. (RIEN. TITILAN LAS LUCES FUERA. GOLPEAN EN EL SUBSUELO)
RAFAEL:              ¿Qué dicen los actores antes de empezar?
PITUCA:               Para los artistas, la buena suerte es “mierda”.
YAMAÑANA:     Para nós, también.
LA BOBA:            ¡Sh! ¡Vamos!
TODAS:                ¡Mierda!

(RAFAEL SE PERSIGNA Y SALE A PRESENTAR EL PRIMER NUMERO DEL SHOW. CADA VEZ QUE SE INICIA LA ACCION TEATRAL EN EL PROSCENIO, EL CAMERINO DESAPARECE POR APAGON)
(REDOBLE DE TAMBOR Y APLAUSOS GRABADOS. LA LUZ DE UN REFLECTOR PASEA ENLOQUECIDA SOBRE EL TELON DE RETAZOS QUE LLEVA TRES CALAVERAS BORDADAS)
RAFAEL:              Señoras y señores, muy buenas noches! Ladies and gentlemen, very good nights! En nombre de la administración de Las Tres Calaveras, in the name of the administration of The Three Skulls,  Bienvenidos! Well comes! (APLAUSOS) Estoy aquí para anunciar las maravillas que hoy y solamente hoy pondremos en escena. I announce the wonder that today we put in scene, porque de eso se trata, de put-in-scene!   Y es que estamos de fiesta, we are of party porque hoy 14 de febrero, forteen of february, en nuestro querido burdel, our dear no-sé-qué-chucha, we celebrate fifty years, celebramos cincuenta años de vida!

(LAS DEMAS ASOMAN LA CABEZA Y FALSAS MANOS DE CARTON CON LAS QUE APLAUDEN)
TODAS:                Happy birthday to you, happy birthday to you,
                               happy birthday, Three Skulls, ¡happy birthday to you!

(ARROJAN CONDONES INFLADOS Y PAPEL PICADO. DESAPARECEN)
RAFAEL:              Gracias por esos aplausos, distinguido público! Somos nosotras, las trabajadoras de este negocio, las que agradecemos su preferencia constante. Y para ello hemos concebido el espectáculo magnánimo de esta noche, que interpretaremos -agárrense- ¡no-so-tras-mis-mas!  Sus gentiles servidoras nos dimos maña para crear un show digno de vosotros, una revista musical que no tiene nada que envidiar a las más grandes producciones de Broadway y Hollywood, que hará las delicias de-glan-des-y-chi-cos!  Un espectáculo fastuoso y espectacular, valga la rebuznancia, intitulado... (TEATRAL) Chicas, ¿cómo se llama? (TODAS ASOMAN)
MIRAGE:             ¡Cincuenta años de lujuria!
LA BOBA:            ¡Medio siglo de rodillas!
PITUCA:               ¡Diez lustros de amor!
YAMAÑANA:     (ACTUA SIN INTERES) Com el rabo entre as pernas! (RIE)
RAFAEL:              (CON TONO FALSO) No, ¡recuerden bien el título!
PITUCA:               ¡Verdad, Rafael, ya me acordé!
YAMAÑANA:     Se chama...
MIRAGE:             “¡Momentos Inolvidables...
TODAS:                ... del burdel Tres Calaveras!” (SALEN)
RAFAEL:              (RECIBE DE FUERA UNA BOLA DE PAPEL) ¡Epa, qué es esto, el paraíso de las locas, están lloviendo bolas del cielo! (LEE LA NOTA) Nos avisa el gerente y propietario del local que no nos olvidemos de traducir! Se da cuenta de todo nuestro administrador, el señor... (SEÑALA EN LA CABINA DE LUCES AL ADMINISTRADOR) ¡Washington Gonzales Wilson! El pecoso, como le decimos con todo cariño. Un hombre maravilloso que lleva 20 años conduciendo esta empresa y robándose... nuestros corazones. Vamos a darle lo que se merece: ¡una ovación! (APLAUDE) Pero si debemos referirnos a las dignidades aquí presentes, debo recalcar que entre nuestro público hay personalidades de alto rango: ministros, intelectuales, obispos y presidentes. ¡Bienvenidos! En cada mesa, si no hay un Nobel, hay por lo menos un Oscar! Perdón, me salí del programa, ¡son los nervios! Pero basta porque empieza el espectáculo de varieté más grande de la historia. Aquí, escondido en las Islas Galápagos, en una pequeña ínsula que no aparece en los mapas y sólo conocen nuestros selectos clientes, la casa de amor “Las Tres Calaveras” se complace en presentar una vorágine de luz y sonido, una lluvia de estrellas de la canción, la comicidad, la música y el strip tease! ¡Todo con la fuerza del macho latino y la belleza de la mujer americana! ¡Y con esa solidaridad, unión y fraternidad que siempre nos ha caracterizado! Justamente, tratándose de amistad, vamos a presentarnos cantando ¡el Himno de las Buenas Amigas!
TODAS:     (MARCHAN EN FILA. LUCEN SUS DISFRACES. CANTAN UNA MARCHA
ESCOLAR POPULAR EN TODA LATINOAMERICA:  EL HIMNO DE LAS AMERICAS)
¡Un canto de amistad, de buena vecindad,
unidas nos tendrán eternamente!
Por nuestra libertad, por nuestra lealtad,
¡tenemos que vivir gloriosamente!
¡Un símbolo de paz, que anuncia el sentir
de todo el continente americano!
Fuerza de optimismo, fuerza de hermandad
¡en este canto de buena vecindad!
Argentina, Brasil y Bolivia,
Colombia, Chile y Ecuador,
Uruguay, Venezuela y Honduras,
Guatemala y El Salvador.
Costa Rica, Haití, Nicaragua,
Cuba, Paraguay,
Norteamérica, México y Perú,
Santo Domingo y Panamá
son hermanos soberanos de la libertad!
(SALEN AGITANDO BANDERITAS Y ROBANDOSE ESCENA. REAPARECE RAFAEL, SECANDOSE LA FRENTE)

RAFAEL:              El esplendor de la negra nocturna, de la india misteriosa, de la blanca cerúlea y la mestiza sensual, todo eso y mucho más en el espectáculo que ya comenzó para ustedes: “¡Momentos Inolvidables de Las Tres Calaveras!” (APLAUSOS GRABADOS. LA LUZ AISLA A RAFAEL, EN UN APARTE DRAMATICO, INVISIBLE A SU PUBLICO)
                La nuestra es una historia de rameras, monstruos y muertos;
                de pasiones cortas y olvidos largos, de jardines
                arrasados por mendigos, de camiones que pasean
                esqueletos, de papeles usados, de tampones de plomo
                y de cemento. Una historia que olvidamos y que apesta
                como nuestros colchones rellenos de basura. Una lluvia
                de fetos y de esperma que moja a todos, incluso
                a los miserables que quieren negarse con un gritito.
                Hay filósofos, mártires y artistas en la hilera universal
                de parroquianos que navegan en nuestros catres y allí
                fingen no ver las cadenas de tripa que nos condenan al barro.
                Aborto, cadáver, puta o cliente: tu nombre está escrito con jabón
                en el espejo invisible que nos separa.
(VUELVE AL ESPECTACULO) ¡Y el primer recuerdo de hoy es para nuestro amado fundador, que goza de la gloria de Dios! Un aplauso para don Diego Machuca, el querido, el popular, ¡viejo Machuca! (APLAUSOS) ¡Un hombre magnánimo y generoso, un visionario que creó esta región para deleite del mundo entero, este paraíso de placer y diversión que ustedes, aún hoy, disfrutan! El despertó nuestro talento para hacer de nosotras las artistas del gozo que ya conocen. El proyectó en el tiempo y en nuestras mentes este medio siglo de dedicación al prójimo, fundando este local y educándonos para este bien recompensado oficio. Loor a ti, Viejo Machuca, respetado por tus clientes y amado por tus pupilas! ¡Las niñas de tus ojos!  (DESCUBRE UN RETRATO DEL VIEJO, UNA MEZCLA DE CUADRO, MUÑECO Y MASCARA QUE LO REPRESENTARA EN LA VARIETE Y EN LOS RACONTOS)

(SALTO AL PASADO.  RAFAEL RECUERDA APARTE, MIRANDO EL CUADRO)
RAFAEL:              El viejo Machuca. Llegó a nuestro pueblo y fundó una escuelita. Todos los papás estaban felices. Por fin un maestro en estas tierras. Y español, como tenía que ser. Mi padre me vistió -yo tenía cuatro años- y me dijo:
PADRE :               (APARECE ENTRE BRUMAS. ANUDA UNA CORBATA A RAFAEL NIÑO) A estudiar, chamito. Somos un nuevo mundo. No sabes cuánto esconden los libros, Rafa. Secretos que yo no conocí.
RAFAEL:              (SUS AMIGAS DESFILAN EN EL RECUERDO) A la brasileña la mandó su mamá. Isolina llegó sola. Las siamesas fueron bienvenidas, pues el español no sentía repugnancia por nada. A nosotros nos espantaba el lugar tan cerrado, éramos niños de la naturaleza, personitas que perseguían tortugas para dormir sobre el caparazón.
EL ESPAÑOL:     Pasad, pasad, todos los niños del mundo tenéis derecho a la educación.
RAFAEL:              Eramos tan puros como los animales que se pasean por las islas. Tampoco le teníamos miedo al ser humano. Todavía. Nuestros padres nos dejaron felices en la puerta de la escuela; por fin nos llegaba la civilización.
PADRES, A CORO: (ENTRE SOMBRAS) Van a aprender el alfabeto. Van a saber rezar. Van a contar hasta 2000, o más. Van a distinguir las monedas y los billetes. Conocerán nuevos deportes. Se dejarán poner la ropa. Tendrán un pasado. Tendrán un futuro. Tendrán.
ESPAÑOL:           Señores, dejad a los niños solos. Lo más importante para su desarrollo es su independencia.
PADRES, A CORO: Vamos, vámonos.
RAFAEL:              Una vez dentro, todo cambió. El español nos enseñaba cosas que yo no repetiría delante de un niño. Nos explicaba de órganos y trompas, de métodos y mocos, de rostros y posturas. Luego conocimos sus dedos como un ejército de hombrecitos tomando los montes de nuestra piel, sepultándose en nuestras trincheras, rascando la superficie. Era terrible y maravilloso. Durante tres meses nuestros padres nos preguntaban:
UN PAPA, ALEGRE: ¿Qué aprendiste hoy, mi vida?
RAFAEL:              Y no respondíamos para no sonrojarnos. Eramos niños, pero ya nada inocentes. “Sois frutos del trópico”, decía Machuca, “¡vais a ser pelados y devorados!” Un día dejamos la escuela vacía y nos fuimos de paseo.
MACHUCA:        Niños de seda, vamos a conocer... ¡el volcán!
NIÑOS FELICES: ¡Bravo! (SALEN CANTANDO TRAS EL)
UN PAPA, FURTIVO Y CEREMONIOSO: Señores, es el momento. (OTROS PADRES LO RODEAN) Como dignos padres de familia de la escuela 001, creo conveniente aprovechar el paseo del amado profesor Machuca para colocar esta placa en su honor dentro del plantel educativo. ¡Viva el profesor Machuca!
PADRES:              ¡Viva!
PADRE:                Entremos y elijamos dónde ponerla, para sorprender a nuestro homenajeado a su retorno. (ENTRAN A LA ESCUELA Y LA RECORREN ASQUEADOS DE LO QUE VEN)
RAFAEL:              (EN EL RECUERDO) Lo vieron todo.
UN PADRE:         ¡Videos pornográficos!
OTRO:                   ¡Fotos de los niños! ¡Desnudos!
OTRO:                   ¡Mi hija pintada y vestida de...!
UNA MAMA:      ¡Mi hijo con una zanahoria en el...!
UN PAPA:             ¡De a dos! ¡De a tres!
OTRA MAMA:    ¡Hombre con hombre! ¡Mujer con mujer!
TODOS:                ¡Qué asco!
EL PRIMER PAPA: Este tipo merece...  merece...
MACHUCA:        (ENTRA DE SORPRESA) ¿Qué hacéis aquí?
UNA MAMA:      ¡Volvió!
OTRA:                   ¡Y además nos pregunta! ¡Es usted un salvaje!
OTRA:                   ¡Un maldito!
UN PAPA:             ¡Un depravado!
OTRO:                   ¡Queremos que se vaya , indecente!
TODOS:                ¡Que renuncie!
MACHUCA:        Vosotros no comprendéis, señores...
TODOS:                ¡Largo, hoy mismo se va! ¡Fuera!
RAFAEL:              Lo despidieron. Se pasó la tarde empacando sus cosas, mientras nuestros padres nos castigaban (LA SOMBRA DE UNA MADRE GOLPEA A LA DE SU HIJO) por no haber contado nada. Porque eso que nos parecía tan natural, ese lugar a donde ellos nos enviaron, ese señor de quien tanto dijeron, resultó de repente malo y espantoso. En la tarde, el profesor se fue.  (EL ESPAÑOL HACE UNA VENIA , CARGA SU MALETA Y SALE)  Y por la noche, mientras dormíamos, una sombra con barba llegó en silencio con una espada, se acercó a nuestros papás... y los degolló. (EL ESPAÑOL MATA A UN PADRE Y CARGA MUÑECOS QUE REPRESENTAN A LOS NIÑOS) Sus brazos eran fuertes y pudo cargarnos a todos. Los viejos se quedaron allí, soñando con sus hijos vestidos y educados. (EL PISO TIEMBLA) Cada vez que duermo, el piso se mueve y se me aparecen, en una pesadilla perpetua, momificados en sus sábanas rojas y negras, quemados en sus casas de paja, dibujando en el cielo colores ardientes que hoy sólo veo en mi ropa interior.
(LOS FANTASMAS DEL RECUERDO SE DILUYEN. RAFAEL VUELVE A SU PAPEL)
RAFAEL:              Loor a nuestro padre espiritual, el viejito Machuca que cultivó nuestro talento innato para deleitar al público. Para él, que siempre supo cómo éramos nosotras: ardientes y talentosas, tropicalmente cancerígenas y capricornianas, ¡pido un fuerte aplauso!  (LAS CORISTAS ASOMAN TRAS EL TELON)
MIRAGE:             ¿Y desde cuándo somos así?
LA BOBA:            Así, ¿cómo?
MIRAGE:             Así tan... ¡calientes!
PITUCA:               Yo creo que desde muy cabritas...
RAFAEL:              ¡Qué va! ¡Nunca fuimos inocentes!
YAMAÑANA:     (SIN GANAS) ¡El velho Machuca deixó uma película de cuando éramos meninas!
TODAS:                Entonces... ¡vamos a verla!

(UNA GRAN CLAQUETA DE CINE APARECE CON UN TITULO: LAS MAMADERAS.  SE ABRE EL TELON. HAY CINCO CUNAS Y EN ELLAS, LAS CORISTAS CON PAÑALES Y ROPAS DE BEBE QUE DEJAN VER MUCHA PIEL. CADA “BEBE” SOSTIENE UN CARTEL CON UNA VOCAL. INICIAN SU NUMERO CON UN BAILE INFANTIL A RITMO DE POLKA. EL VIEJO MACHUCA LAS FILMA)

MUÑECO-VIEJO MACHUCA:
¡Estas chicas son terribles! ¡Qué sexis! ¡Qué atractivas! ¡Puro garbo y coquetería! Van a armar bacanales, ¡antes de saber las cinco vocales! (EL SE RETIRA. TODAS CANTAN UNA PICARA TONADA ZARZUELERA).
MIRAGE BEBE:
Ay mamá, no sé qué será,
¡me gusta la leche pero salá!
¡Me das biberón, me lo pongo acá
y mira qué rico se moja el pañal!
PITUCA BEBE:
¡Ay mamá, no sé por qué
me gustan los polvos que me echa usté!
Atrás y adelante me causan placé,
¡qué rico es el talco para una bebé!
RAFAEL BEBE:
Ay mamá, me toco aquí
y de inmediato me acuerdo de ti.
Ponte atrás mío y agárrame así
¡para que me enseñes a hacer pipí!
YAMAÑANA BEBE:
Ay mamá, no sé qué pasó,
es brujería o es cosa de Dió,
metí una sonaja en mi calzó
¡y luego, buscando, encontré dó!
LA BOBA BEBE:
Ay mamá, me gustas tú.
Te acuestas conmigo vestida de tul,
me quitas la ropa, apagas la luz,
y me acompañas a hacer tutú.
MUÑECO-VIEJO MACHUCA:
¡Estas me han salido bandidas! ¡Todo lo que agarran se lo meten en la boca! ¡Van a tener problemas en los ovarios antes de saber el abecedario!
TODAS A CORO:
¡Con mi mamá aprendí la A
y luego en la leche me vino la E,
haciendo pipí conocí la I
y aquí en mi popó encontré una O!
MUÑECO-VIEJO MACHUCA:
Pues mujeres... ¿y la U?
TODAS:
La U, la U ¡me la enseñaste tú!
Ese fue tu mérito y tu gran virtú.
Contigo aproveché mi juventú
y gracias a ti acabé de... pú!
En Iguazú y en el Perú,
en GU-atemala y en Yapeyú,
en U-ruguay, en los E-E-ú,
¡el público aprecia mi gran aptitú!
Lalalá, lalá-lalú...

(SALEN BAILANDO, LLEVANDO EN HOMBROS AL MUÑECO-VIEJO MACHUCA. APLAUSOS GRABADOS. EL ESCENARIO DESAPARECE POR APAGON. VUELVE EL CAMERINO, A MEDIA LUZ. TODAS -MENOS RAFAEL- ENTRAN Y SE CAMBIAN DE TRAJE)
MIRAGE:             ¡La hicimos! ¡Hemos debutado en el teatro! ¡Vamos a terminar en el Colón!
LA BOBA:            Primero termina de actuar. Cámbiate abusada y al final celebras.
MIRAGE:             Ya empezamos, ché, ¡empezamos! La vida es un show y el vómito del arte, una vez que se larga, no hay Dios que lo detenga.
LA BOBA:            No vomites mucho que siento el disfraz mojado. (SE CAMBIAN VELOZMENTE)
YAMAÑANA:     (OBSERVA SU EXTRAÑA ROPA CON DESGANO) Arte. Las idioteces que temos que decir y actuar. ¿Essto é teatro? ¿Essto?
LA BOBA:            Pregúntale al gringo que lo escribió.
MIRAGE:             Además, la vida es más fea y de ella nunca te quejas.
PITUCA:               Y esa también nos la escribe el gringo, ¿no? (BEBE)
LA BOBA:            Prende la luz, borracha. Y deja eso.
(PITUCA ENCIENDE LA LUZ Y LAS PUTAS SE PARALIZAN: HAY SIETE GATOS DESOLLADOS, COLGADOS DE LA COLA)
TODAS:                ¡Ah!
RAFAEL:              ¿Qué pasa? (ENTRA Y SE ESPANTA) Virgen de la Chiquinquirá, ¿qué han hecho?
MIRAGE:             Nosotras no fuimos.
PITUCA:               Acabamos de entrar.
LA BOBA:            Por eso mi traje estaba mojado. Yo sé quiénes fueron. (SEÑALA HACIA EL PISO)
MIRAGE:             ¿Y por qué siete?
RAFAEL:              ¿Y por qué gatos?
LA BOBA:            ¿Y por qué hoy?
YAMAÑANA:     Eso náo importa. Ya se están escapando.
PITUCA:               Nos van a matar. ¡Llama al gringo, Boba! Rafael, dile a la gente que escape, que aquí los van a...
LA BOBA:            Calla, estúpida. ¿Sabes qué haría el gringo si se entera?
MIRAGE:             Nos echaría la culpa.
RAFAEL:              Además, no deben haberse escapado todos...
YAMAÑANA:     ...todavía.
RAFAEL:              Esos monstruos tienen miedo. Ya ha pasado antes. Un par de audaces rompen la reja, rasgan unas cuántas sábanas y nada más. El gringo se arrecha, los pesca y los mata. Lo de siempre.
YAMAÑANA:     Lo de siempre sucede até que sucede lo de nunca.
PITUCA:               Yo tengo miedo. No quiero actuar.
LA BOBA:            ¡Deja de beber!
MIRAGE:             Ya sé. Por algo tengo cultura.
YAMAÑANA:     Ahora al culo le chaman cultura.
MIRAGE:             No es broma, Yamañana. Es un mensaje. Siete gatos como los siete días. Como los siete colores y los siete pecados.
LA BOBA:            Como las siete vidas de un gato. ¿Eso qué corchos importa?
MIRAGE:             Significa algo... esotérico. Una clave.
PITUCA:               ¿Qué? No me des miedo.
MIRAGE:             Ellos piensan. Esto significa que algo entienden.
YAMAÑANA:     Nadie dijo que eran estúpidos, Mirage. Sólo que estaban abaixo y ahora están... acá arriba.
PITUCA:               ¡Calla que me espantas, bruja!
RAFAEL:              Mira qué malditos. Volcaron la ropa, el maquillaje...
LA BOBA:            Píntate rápido y sal, que te toca. Ya se acaba el disco de relleno.
MIRAGE:             (LAS LUCES AFUERA TITILAN) El gringo avisa. Apurate. El show debe seguir.
PITUCA:               Si quieren le cuento desde el escenario...
LA BOBA:            No te va a entender, borracha. ¿Qué fue eso?
PITUCA:               ¿Qué?
RAFAEL:              Yo vi una sombra, chama.
YAMAÑANA:     ¿Un monstruo? (AL VACIO) Ven aquí.
PITUCA:               ¡No lo llames! ¡Me dan asco!
LA BOBA:            (AL VACIO) ¡No nos van a matar, sépanse eso de una vez! ¡Ahí se van a amolar, comiéndose las uñas de sus muertos!
PITUCA:               ¡No le hables!
RAFAEL:              Yo tengo una navaja, ya te vi, ¡coño! A mí con cuidadito, ¡feto gordo!
YAMAÑANA:     No es un monstruo.
LA BOBA:            Allá está, entre las camas. La baba le brilla. Sus costras apestan. El calorcito de su odio llega hasta acá.
PITUCA:               Yo me voy a actuar. Allí no van a meterse.
YAMAÑANA:     Quién sabe.
RAFAEL:              Yo también. Mátenlo, niñas. (SALE CON PITUCA AL ESCENARIO OSCURO)
LA BOBA:            Ahí viene, cojan algo para defenderse.
YAMAÑANA:     No es un monstruo, te dije. Es un fantasma.
ISOLINA:             (APARECE) Soy yo.
MIRAGE:             Tenía que ser. Isolina la caribeña, el fantasma que coagula el agua limpia de las palanganas.
ISOLINA:             ¿Qué están haciendo?
LA BOBA:            ¿Qué has hecho tú? ¿Por qué has desordenado?
ISOLINA:             Yo no fui. Soy un güije, estoy muerta. No puedo tocar nada.
YAMAÑANA:     O sea que han sido...
ISOLINA:             Nuestros hijos. Me extraña que no los estén cazando. Cuando yo vivía, una vez, un aborto se escapó y vino a esconderse abajo de mi cama...
MIRAGE:             La famosa Tropicama.
LA BOBA:            Los monstruos siempre te quisieron, idiota. Por eso a ti el gringo...
ISOLINA:             Al pobre lo mataron con un collín, se metieron sin respeto a mi cuarto y lo hicieron jirones mientras me tiraba un judío rico de Panamá. Pensó que yo hacía temblar el catre.
MIRAGE:             Cada vez que aparecés, tiembla todo.
LA BOBA:            ¿A qué has venido? Vete.
ISOLINA:             A hacerlas temblar.
YAMAÑANA:     A recoger sus pasos, Boba. No le hagas caso. Os fantasmas vienen a cosechar recuerdos secos...
MIRAGE:             O a anunciar la muerte.
LA BOBA:            Vete.
MIRAGE:             Por suerte, no creo en fantasmas. (SE PERSIGNA)
ISOLINA:             Yo tampoco creía.
LA BOBA:            ¿A qué has venido, mierda?
ISOLINA:             A asustarlas, como buena fantasma. Y a curiosear. ¿Qué hacen así vestidas?
MIRAGE:             Teatro, Isolina. Estamos contando nuestra historia.
ISOLINA:             Hay mucho que decir.
YAMAÑANA:     Y muito que callar.
LA BOBA:            Lárgate, he dicho.
ISOLINA:             No quiero.
LA BOBA:            Tú no eres de este mundo. Ni viva lo fuiste. Eras una ilusa, una enamorada del futuro, ¡una estúpida! ¡Por eso estás muerta! ¡Fuera! (LANZA COSAS QUE NO DAÑAN A ISOLINA) Yo no me quiero morir, ¡vete!
ISOLINA:             No tengo cuerpo, sólo me quedan las ideas. Y contra ellas no tienes nada.
LA BOBA:            ¡Fuera, fuera!
(MIRAGE Y YAMAÑANA DETIENEN A LA BOBA, QUE HA EMPEZADO A ARROJAR MIL COSAS Y FORCEJEA FEROZ. ISOLINA SONRIE. EN PLENA RIÑA SE APAGA EL CAMERINO, DESAPARECIENDO PARA DAR PASO A RAFAEL Y PITUCA QUE PRESENTAN A SU PUBLICO EL SEGUNDO NUMERO, RAFAEL CON CAPA Y PITUCA DE MONJA)
RAFAEL:              Esta noche la empresa quiere compartir con ustedes pequeñas riquezas y grandes secretos. Y uno de ellos es nuestro primer disfraz. (SUSURRA DRAMATICO) En época tan terrible como los años de la Inquisición, tuvimos que abrir el negocio, disimuladas por el genio comercial del Viejo Machuca, con una artística investidura nunca antes vista en Latinoamérica. (SE QUITA LA CAPA Y LUCE UN DISFRAZ IGUAL AL DE PITUCA) ¿No es sexi?
PITUCA:               Y nosotras, manzanitas dulces, bajo esta cáscara nos pusimos a esperar al Adán de nuestros cuerpos: nuestro primer hombre.
RAFAEL:              El primero pagado, claro, porque hombre gratis no cuenta, ¿verdad, chicas? ¡Chicas! (AL VER QUE NO ENTRAN, SALE POR ELLAS)
PITUCA:               Y nos ratoneaba en la cabeza el sueño infantil de inaugurarnos con empresarios árabes, mercaderes holandeses, conquistadores italianos. Pero nadie aparecía. Y el único hombre en esta nave del deseo, era él: José Gabriel Condori, el barrendero. (VUELVE RAFAEL ENMASCARADO COMO INDIO Y VESTIDO DE BARRENDERO ESTILIZADO CON MAMELUCO Y ENCAJES. TRAE UN CARTEL QUE MUESTRA Y ARROJA: MI PRIMER HOMBRE)   Se paseaba entre nosotras liso y musculoso como la serpiente del Paraíso, y como Eva, cedimos nuestros cuerpos. (ENTRAN TODAS VESTIDAS DE MONJAS. HACEN UN STRIP TEASE. BAJO SUS HABITOS ESTAN DESNUDAS, CUBIERTAS CON HOJAS DE PARRA. SE OFRECEN A CONDORI QUE LAS BESA Y MANOSEA) ¡Y así le trajimos la cultura, la religión y la si-fi-li-za-ción! Y él nos tomó arriesgando su vida a espaldas del dueño, porque bien dice el refrán: en pierna abierta, el justo peca. Y lo contamos... cantando. (CANTA)
Acabamos de abrir,
nuestro negocio recién empieza.
nadie se atreve a venir
a conocer nuestra pieza.
(ENTRA EL BARRENDERO. LAS ESPIA DESEOSO)
MIRAGE:
Sólo entra Gabriel Condori,
empleado de limpieza
que a escondidas del caficho...
TODAS:
¡nos ponía de cabeza!
(EL TIPO SE ACUESTA CON ELLAS)
YAMAÑANA:
Lo pusimos a cavar
las minas de nuestros cuerpos.
LA BOBA:
Lo hicimos sacar oro y plata
hasta que caía muerto.
PITUCA:
Y se volvía a parar...
TODAS:
¡Y volvía por el vuelto!
(HACEN EL AMOR EXPLOTANDO AL HOMBRE HASTA QUE YA NO RESISTE)
YAMAÑANA:
Lo pusimos a pintar...
MIRAGE:
¡Qué gruesa brocha cuzqueña!
LA BOBA:
Yo era un ángel...
PITUCA:
¡Yo una virgen!
YAMAÑANA:
La sábana fue la tela
donde mojó nuestros cuerpos
con el óleo de su escuela.
(SIGUEN USÁNDOLO. DESFALLECE PERO NO CAE)
LA BOBA:
¡Y no moría el maldito!
Lo azotábamos, le dábamos
lo más duro y lo más rico.
YAMAÑANA: (SE VISTE NUEVAMENTE DE MONJA)
Dicen que incluso vio a Dios
amordazando sus gritos,
y que el placer de mirarlo
se le iba por un chorrito.
PITUCA: (SE VISTE TAMBIEN)
Y murió mirando al cielo
en nuestra cama. Dejó
la hoguera de nuestros senos
por irse al seno... de Dios.
MIRAGE:
Y lo enterramos parado...
TODAS: (CON EL DISFRAZ PUESTO)
Porque parado murió.

(PITUCA SE ADELANTA DRAMATICAMENTE. EL NUMERO MUSICAL SE CONGELA)
PITUCA:               ¡Mentira! ¡Lo matamos entre todas! ¡El español nos obligó!
ISOLINA:             Qué bueno que lo recuerdas. Ya me estaba dando náuseas tanta mala memoria.
PITUCA:               Isolina... ¡tú estás muerta! ¿Por qué sigues penando?
ISOLINA:             Yo soy la conciencia de todas ustedes. Como Pepe Grillo.
PITUCA:               Pepe Grillo no. Isolina Ladilla.
ISOLINA:             Tú también tienes rencor.
PITUCA:               Mucho.¡Vete! ¿Por qué te metes en mi recuerdo?
ISOLINA:             Yo vivo en tu recuerdo, sufriendo contigo. (DESAPARECE)
PITUCA:               (RECUERDA) Cuando llegamos a este lugar, nos apoderamos del terreno. El José Gabriel se enojó mucho.
GABRIEL CONDORI:      (ENTRA VOCIFERANDO) ¡Esta tierra es mía! ¡Yo soy José Gabriel Condori, descendiente de los incas!
(EL ESPAÑOL APARECE. HACE FIRMAR AL INDIO)
PITUCA:               El español lo envolvió con sueños de Dios y manos de Virgen. Lo hizo firmar un papel y le quitó al inocente hasta el apellido.
CONDORI:           ¿Y ahora qué cómo? ¿De qué voy a vivir?
PITUCA:               El indio se paró a mendigar delante de nuestras puertas, y eso corría a los clientes. Virreyes, comendadores, piratas, arzobispos... nos miraban con lujuria pero seguían de largo, alegando que el Condori tenía muerte en la mirada. Y al español se le ocurrió la gran idea:
(EL ESPAÑOL LLAMA APARTE A JOSE GABRIEL. LE DA UNA ESCOBA Y UN ESTROPAJO
MIENTRAS SALE CON EL)
MACHUCA:        Te voy a contratar. ¿Sabes barrer? ¿Trapear? ¿Pulir las camas de bronce?
PITUCA:               Y lo metió al burdel, con ese horrible disfraz de cortesano. (VUELVE EL BARRENDERO, AHORA VESTIDO COMO TUPAC AMARU) Parecía un cliente, por el porte. Pero él y nosotras sabíamos que era un esclavo.
RAFAEL:              (LE TOCA LOS BICEPS) Pero no está nada mal.
PITUCA:               Y como el pobre nos daba pena, le dábamos consuelo. (EL INDIO SE ACUESTA CON ELLAS) Y así encontró su manera de vengarse. No valieron pócimas ni hierbas ni condones de tripa. Nos embarazó a todas, menos a mí. ¿Sería porque estaba enamorada de él? Quizá por eso, desde nuestro primer encuentro, todos los días amanezco virgen. (SE ADELANTAN LAS MONJAS, AHORA EMBARAZADAS) El negocio se fue al diablo: ¿quién querría acostarse con una monja encinta? Y las autoridades sospechaban de nuestro disfraz.
TODAS, A RAFAEL: Padrecito, las monjas están preñadas... ¿cómo hizo? ¿Colgó la sotana?
RAFAEL:              No, sólo me la arremangué. (RIEN. EL ESPAÑOL IRRUMPE Y LO FLAGELA)
PITUCA:               El viejo Machuca montó en cólera y pensó que el culpable era... Rafael!
MACHUCA:        Tú has sido, ¡irresponsable!
RAFAEL:              ¡Yo no fui, señor Machuca, piedad!
MACHUCA:        ¿Entonces quién?
RAFAEL:              El indio... ¡él!
(MACHUCA SALE. ARRASTRA DEL BRAZO A RAFAEL .VUELVE CON EL INDIO ATADO CON SOGAS, COMO UNA MARIONETA HORIZONTAL)
MACHUCA:        En la cama me traicionaste, en la cama me voy a vengar. ¡Amárrenlo! (LO ATAN A LAS PUNTAS DE LA CAMA) En el nombre del Padre vais a hacer justicia. Que cada una le corte un miembro.
PITUCA:               Pero nosotras...
MACHUCA:        ¡Traidoras! ¡A la que no me obedezca, la mato!
PITUCA:               (AL PUBLICO,  MIENTRAS TODAS LO DESCUARTIZAN) Y una por una tuvimos que darle muerte. Como tuvimos luego que arrancarnos los fetos, que nacían vivos y arrojábamos al sótano. (LLUEVEN MIEMBROS DEL ASESINADO Y FETOS QUE PATALEAN) Desde entonces, cada noche voy sonámbula a lavarme su sangre de las manos. Y cada año todas parimos. Y aunque tenemos mil hombres, sabemos que la barriga nos la sigue llenando José Gabriel Condori, padre de los abortos que viven en las jaulas inmensas que sostienen el burdel, mazmorras sobre las cuales vivimos rogando que nunca escapen, como nos advirtió el fantasma de Isolina:
ISOLINA:             El día que salgan de sus catacumbas,  esos nonatos van a buscar los huesos de Condori que ustedes enterraron en las cuatro esquinas del edificio. Y arrancarán los cimientos y no quedará piedra sobre piedra.
PITUCA:               Ni pierna sobre pierna. Ni mierda sobre mierda.

(EL NUMERO SE REINICIA, CON SUS LUCES DE COLORES Y MUSICA ESTRIDENTE)
RAFAEL (SIN MASCARA): Esa fue la historia de nuestro primer disfraz y nuestro primer hombre.
PITUCA:               ¡Un aplauso para José Gabriel Condori, muerto de placer entre las sábanas de nuestra historia! (SALEN DESFILANDO. EL ESCENARIO DE VARIETE SE DESVANECE. EN EL CAMERINO, AHORA, HAY MUCHAS HORCAS COLGADAS DEL TECHO QUE LOS ACTORES MIRAN EN SILENCIO)
PITUCA:               Mirai lo que quieren, desgraciados.
RAFAEL:              Cámbiate rápido, afuera no se van a presentar, tan feos y rotosos... (TODOS SE CAMBIAN DE ROPA AL APURO)
MIRAGE:             Además los invitados les dispararían. Cuando el show acabe el gringo los va a...
LA BOBA:            Hace tiempo que debió bombardearlos. Esto le pasa por mano floja.
YAMAÑANA:     Esto no le pasa a él. Nos está pasando a nós.
LA BOBA:            Yo lo enderezo. No gasten tiros en el próximo número.
MIRAGE:             ¿Qué?
LA BOBA:            ¡Son balas de verdad, no las gasten! Parece que vamos a necesitarlas. Voy a ponerles una trampita. Dame. 
PITUCA:               No quiero. (BEBE A PICO)
LA BOBA:            (LE QUITA LA BOTELLA) Voy a dejarles esto. Tienen hambre y sed. Y si encuentro a uno después del acto, lo perforo.
YAMAÑANA:     Esto no me engracia nada.
LA BOBA:            (A ISOLINA, QUE RETORNA) ¿Y tú, qué haces acá?
ISOLINA:             Vine a mirar si tengo reflejo.
LA BOBA:            Yo sé lo que armas abajo. Anda y cuéntales, que guerra avisada no mata soldado.
ISOLINA:             Chica, eso es lo que tú crees.
LA BOBA:            ¿Listas?  ¡A actuar!
PITUCA:               (MIRA CON TEMOR SU ARMA) ¿De verdad son balas de verdad?
RAFAEL:              ¿Y por qué no nos avisó el gringo?
YAMAÑANA:     Para que no lo matemos, menina.
MIRAGE:             La única que sabía era la guardaespaldas. La futura dueña del circo.
LA BOBA:            Silencio. Vamos a actuar.  Y recuerden: ni un solo tiro.

(SALEN A ESCENA VESTIDAS DE COW-BOYS, CON ELEMENTOS SACADOS DE LA PARAFERNALIA SADO-MASOQUISTA: LATIGOS, PORTALIGAS, ROPA DE CUERO, PELO ENGOMINADO, AGRESIVAS PUNTAS, CIERRES METALICOS, ETC. RECREAN UNA PELEA EN UN SALOON, CON BOTELLAZOS Y SILLAS ROTAS. FINGEN DISPARAR HACIENDO RUIDOS CON LA BOCA. PITUCA MUESTRA UN CARTEL: TRES GRANDES TIRADORES)
TODAS A CORO CON MUSICA DE VAQUEROS:
Vamos a contar un duelo
donde casi mueren tres,
famoso en Tierra del Fuego
y en Río Grande también.
Dos famosos tiradores
y un tercero que aquí ven
disputan como leones
el amor de una mujer.
Son parte de nuestra historia
sus amores de burdel
y sus pistolas, tan grandes
que no se pueden creer.
¡Vamos a ver cómo tiran
y quién le dispara a quién!
MIRAGE:             Aquí, en esta esquina, con 100 kilos de edad y 400 años de peso, ¡el Viejo Machuca! Celoso y posesivo como todos los jovatos. En esta otra mirelón a nuestro administrador, rubio, pecoso y joven, cepa británica y flema constante: don Washington Gonzales Wilson!
(APLAUDE. LOS DOS PERSONAJES SON RECREADOS POR OTRAS PUTAS ENMASCARADAS. BEBEN)
Los dos hombres chupan en un bar después de chupar en nuestras camas, cuando llega un tercero, el que representa, ¡oh!, los ideales de nuestra América. (ENTRA UNIFORMADO Y ENMASCARADO UN AGENTE DE VIGILANCIA) El invicto perdedor de nuestra historia: ¡el guachimán Simón Bolaños! (LOS TRES JUEGAN CARTAS) El gringo contador y el negro vigilante trabajan para el español. Juegan a las cartas y allí nace, en la jetta de los tréboles, entre corazones envenenados, el oro del rencor que desnuda las espadas.
ISOLINA:             ¿Y yo? ¿Cómo era yo?
MIRAGE:             ¿Qué hacés acá? Vos estás muerta, nos vas a cagar el show.
ISOLINA:             Nadie puede verme.
MIRAGE:             Ojalá.
ISOLINA:             ¿No van a contar mi historia?
MIRAGE:             Sí, allí estás. ¡Callá! (AL PUBLICO) Señores, he allí la manzana de la discordia, la papaya, el maracuyá, ¡la guayaba del odio! Fruta tropical indescriptible que provocaba sacarle el jugo y lamerle las pepas. Ella es... Isolina la caribeña! (OTRA PUTA RECREA A ISOLINA, CON DISFRAZ A LO CARMEN MIRANDA) Los tres se enamoraron de ella. Bolaños, idealista, la veía dibujada en una gran bandera. Machuca soñaba que ella era un fortín y él un barco que la cañoneaba todas las noches. Pero la pólvora se seca con el tiempo. El gringo la imaginaba bailando desnuda, invadible y negra. Y él sí era fuerte y macizo como la península de Florida.
MACHUCA:        Te apuesto a la morena.
BOLAÑOS:          Yo nunca apostaría una mujer.
WILSON:              Te la juego y pago el doble... pero enseña tus cartas.
MACHUCA:        Póker de ases. (PAUSA)
WILSON:              Póker de ases. ¡Yo también! ¡Ladrón!
BOLAÑOS:          Por favor, señores...
MACHUCA:        ¡Esa ofensa se paga con sangre!
WILSON:              ¡Pues vamos a duelo!
BOLAÑOS:          No es posible, no lo hagan, somos hermanos y trabajamos por un mismo futuro...
WILSON:              Silencio. Mañana a las seis. Tú y yo, en la sabana.
MACHUCA:        En Ayacucho.
WILSON:              En Carabobo.
MACHUCA:        En el Pichincha.
WILSON:              En La Habana.
MACHUCA:        Donde quieras, mi pulso es firme y mi puño es duro. (SU MANO TIEMBLA AL LEVANTAR SU PISTOLA)
WILSON:              A partir de mañana, todo tú estarás muy duro. (RIE)
TODAS CANTAN DESENMASCARADAS:
Este duelo fue famoso,
dicen los historiadores.
La gran herencia española
cambió dueño en una noche
y apareció un héroe nuevo
lleno de honra y altivez
que al matar al castellano
hizo muy rico al inglés.

(LA MAÑANA DEL DUELO. LOS DOS TIRADORES Y BOLAÑOS QUE APARECE Y SE PONE ENTRE ELLOS)
WILSON:              Caminemos diez pasos. Demos vuelta y disparemos.
BOLAÑOS:          Pero señores...
MACHUCA:        Diez, nueve, ocho...
BOLAÑOS:          Unidos somos más...
WILSON:              Siete, seis, cinco...
BOLAÑOS:          El sueño de ser una misma...
MACHUCA:        Cuatro, tres...
BOLAÑOS:          ¡Si me apuntan, les disparo a los dos! ¡Tengo que impedir esto! (DESENFUNDA) ¡Alto!
WILSON:              Dos, uno... fuego!
BOLAÑOS:          ¡No me maten! (TIRA A CIEGAS Y MATA AL ESPAÑOL. WILSON DISPARA Y MATA A BOLAÑOS EN UN CONFUSO INCIDENTE. SOPLA SU REVOLVER Y SE ALEJA HACIA EL HORIZONTE)
MIRAGE (CANTA TRISTEMENTE. LAS DEMAS DESFILAN ALREDEDOR DE UN “MONUMENTO” DE SIMON BOLAÑOS, EN CARTON PIEDRA):
Zopilotes, urubús,
buitres, cóndores y ratas,
se llevan siempre los cuerpos
del que muere y del que mata.
El cuerpo del gran Machuca,
que no supo retirarse
y el de don Simón Bolaños
que murió sin olvidarse
del sueño de una gran suma
de patrias americanas
que si algún día resulta
¡nos unirá como hermanas!
(SALTO AL RECUERDO DEL GUACHIMAN BOLAÑOS. TODO VUELVE A SER TENEBROSO, COMO EL PASADO)
MIRAGE:             Hermanas. Tan hermanas que provocamos juntas la muerte del pibe. ¿Quién se va a creer que esos dos cafishos se batieran a duelo, quién?
ISOLINA:             ¿Y por qué me han metido en el cuento? Simón no sólo quiso liberarme a mí.
MIRAGE:             Porque el gringo, ché, nunca dirá la verdad. La Historia es la mentira de los sobrevivientes.
ISOLINA:             Duelo de caballeros. Qué ridículo. El caballero fue Simón. Ellos ni siquiera se fajaron.
MIRAGE:             Fue una borrachera de putas. (APARECEN TODAS SENTADAS EN UNA MESA DE BAR) Uno de esos días en que los clientes nos pegaban y el rufián, al oír nuestras quejas, nos golpeaba más. ¿Ey, Simón, querés un trago?
SIMON:                Estoy vigilando, señorita
MIRAGE:             ¿Sos esclavo? Ya no hay nadie. El gallego duerme. Vení... Isolina te invita. (RIEN TODAS. EL SE ACERCA Y BEBE SENTADO A SU LADO)
ISOLINA:             Estamos cansadas, Simón.
MIRAGE:             Sin dinero, sin marido, sin hijos...
ISOLINA:             Sin libertad.
OTRA PUTA:       ¿No te damos pena, Simón?
SIMON:                Ustedes sufren.
MIRAGE:             Pobrecitas, miranos, ni para ropa tenemos. (RIEN)
ISOLINA:             No me hace gracia. Nos pegan y nos roban.
MIRAGE:             ¿Ah, sí? ¿Y qué vas a hacer?
ISOLINA:             Si pudiera, mataría al Viejo Machuca. (SIMON SE TENSA)
MIRAGE:             (RECUERDA) Dijiste eso y la cagaste. Simón estaba enamorado de vos y empezó a acariciar su revólver. Le contó su idea al contador recién llegado, el chupamedias del español: Washington Gonzales Wilson.
SIMON:                (AL GRINGO, QUE CUENTA DINERO) Oiga, a usted también lo explotan.
GRINGO:              ¿Explotación?
SIMON:                ¿No quiere ser libre?
GRINGO:              ¿Libertad?
SIMON:                Voy a matar al Viejo esta noche. Quiero que usted lo lleve a ver la construcción del segundo piso. Apenas aparezca le disparo.
GRINGO:              Pero tu revólver no tener balas.
SIMON:                Usted sí. (LE ARRANCA UN COLLAR) Démela.
MIRAGE:             El gringo llevaba colgada una, como amuleto. Y el muy soplón le avisó al dueño. ¿Y qué ganó? Trajo sin querer al gallego boludo, que decidió encarar a Simón.
MACHUCA:        (AL GRINGO) Tu bala está hueca, ¡joder! Yo he de castigar a ese alzado.
MIRAGE:             Machuca no sabía que el amor mata más que la pólvora. Y Simón estaba enamorado de nosotras. Y más de vos, negra.
ISOLINA:             Yo los vi. Fui la única testigo. Llegaron los tres hombres. (SIMON, MACHUCA Y WILSON SE ENCUENTRAN EN UN AREA A MEDIO CONSTRUIR) El jabao disparó y su bala estalló con la fuerza de sus ilusiones. (CON EL DISPARO, CAE EL ESPAÑOL) El anciano se retorció. El gringo miraba espantado y de pronto se dio cuenta de que no podía dejarnos escapar. El era el contador y sabía cuánto valíamos. Se acercó a la mezcladora de cemento y bañó a Simón. (LOS ACTORES RECREAN LO NARRADO. EL VIGILANTE ACABA CONVERTIDO EN ESCULTURA) Desde entonces, esa estatua que sirve para colgar a secar la ropa, es él. Héroe de las putas. Patrono de las públicas y de las re-públicas. Atrapado en su propio monumento.
MIRAGE:             Como vos, emparedada en la columna central del local.
ISOLINA:             Nunca olvides.
(DESAPARECE EL RECUERDO. REGRESAMOS A LA VARIETE)

TODAS (SE DESPIDEN CANTANDO):
Con borrón y cuenta nueva
el pasado se nos fue;
ganamos un nuevo dueño
que nos hizo florecer
como un negocio moderno.
¿Los recuerdos? ¡A la mier’!
Todo se lo lleva el polvo
y peor, en un burdel.

(LA BOBA SALE. LAS OTRAS LO HACEN DESFILANDO Y APLAUDIENDO A LA CABINA, A GONZALES WILSON. SUENA UN TIRO EN EL CAMERINO Y LAS PUTAS CORREN HACIA ADENTRO. LA LUZ SE APAGA EN EL ESCENARIO Y SE PRENDE EN EL INTERIOR: LA BOBA HA MATADO UN MONSTRUO, ENVUELTO DE PIES A CABEZA EN TRIPAS SECAS Y ESTROPAJOS ANDRAJOSOS. HA SANGRADO MUCHO).
LA BOBA:            Lo encontré chupando como sanguijuela. Se acabó la joda.
PITUCA:               Míralo, pobrecito.
LA BOBA:            El maldito me mordió la mano. Pero igual lo reventé.
MIRAGE:             Cámbiense rápido. Por fin podemos dedicarnos al arte. Se acabó tanta molestia.
RAFAEL:              Se acabó por hoy, Mirage.
MIRAGE:             Hoy  es la vida. Lo demás son pavadas. La belleza sólo tiene presente.
YAMAÑANA:     Vamos, Rafael, trae el cartelinho.
LA BOBA:            Míralo, pues, bien muerto está. Nadie se me rebela así nomás, y menos me arruina un buen momento. ¿Estás tomando eso? (LE QUITA LA BOTELLA A PITUCA) ¿No te dije que la chupó el feo?
PITUCA:               Todavía quedaba alguito.
LA BOBA:            Acabando el show nos metemos con el gringo y no dejamos ni una sola de estas cucarachas con cabeza, no señor. ¿Ya están listas?
PITUCA:               Me da pena. Al fin y al cabo, nosotras lo parimos.
LA BOBA:            A mí me da la misma pena que mirar mi caca. Vamos.
MIRAGE:             Salgan ustedes. Yo le cierro los ojos.
RAFAEL:              De repente ni tiene. Como abajo todo es penumbra.
LA BOBA:            A estos argentinos no les da miedo la carne muerta. P’afuera.
(SALEN. MIRAGE VA A TOCAR AL MUERTO Y APARECE ISOLINA)
ISOLINA:             No lo toques.
MIRAGE:             Quería verle la cara. De repente se parece a mí.
ISOLINA:             Nadie se parece a ustedes. El bien no se parece al mal.
MIRAGE:             No me vengas con grandes frases ni boludeces. No todo es mi culpa.
ISOLINA:             Te dan miedo las palabras. ¿Así quieres ser artista? Esta es época de grandes frases.
MIRAGE:             No, esta es la época del arte mudo.  Como el cine mudo, el teatro mudo...
ISOLINA:             Eso dice más de la época que del arte. Míralo. ¿Qué entenderá de verlas actuar?
MIRAGE:             La estética no es para ciegos. La cultura no es para idiotas. Las margaritas no son para los chanchos.
ISOLINA:             Prepárate, Mirage. Han nacido los puelcos que sólo comen margaritas.
MIRAGE:             ¿Qué? ¡No! ¡Quietos! (SEÑALA A UN LADO Y TRATA DE DESENFUNDAR SU ARMA) ¡No se acerquen!
(APAGON. SE ENCIENDE EL ESCENARIO. YAMAÑANA Y RAFAEL MUESTRAN UN CARTEL: EL CIRCO DEL ADIOS.  TODAS CANTAN, CON ATUENDOS CIRCENSES. SUELTAN GLOBOS Y REDOBLAN TAMBORES.  NO APARECE MIRAGE).
TODAS:
Ya llegó el Circo del Adiós
donde le vamos a mostrar
toda la gente que murió
y que usted nunca olvidará.
Sólo quedamos cinco aquí
pero hace mucho fuimos más,
¡gente que usted recordará
en nuestro Circo del Adiós!

(SE ADELANTA LA BOBA VESTIDA DE PRESENTADORA DE CIRCO, CON NARIZ DE PAYASO. PITUCA SONRIE A SU LADO, COMO CHICA-AYUDANTE EN MALLA Y LENTEJUELAS).
LA BOBA:            Ellas son las que se fueron, nos llevan la delantera porque llegaron primeras a la Tribuna del Recuerdo. Desde allí nos miran y apenas las mencionemos, ustedes también las van a recordar, porque se han acostado retemuchas veces con ellas!
PITUCA:               Estamos muy borrachas nomás... (RIE) ojalá nos acordemos de...
LA BOBA:            (LA CORTA) Disculpen eso, pero es verdad! (LAS LUCES TITILAN, LAS AMENAZAN) Ay gringo, no te molestes. ¡Es que adentro están pasando unas cosas!
PITUCA:               Tú estás en la cabina y no tenei que soportar...
LA BOBA:            Shh, sigamos recordando, señoras y señores, pero no para lamentarse, pues el pasado ya pasó y en un burdel no se llora sobre la leche derramada! (EL PISO TIEMBLA)
PITUCA:               ¿Qué suena? ¿Las jaulas?
LA BOBA:            Son tambores, señores, no se asusten que no es nada, ¿verdad, Pituca? Golpes que anuncian la llegada de nuestras artistas representando, en simpáticos números de circo, a las caídas en el cumplimiento del placer.
PITUCA:               (ALUCINA. APARECE ISOLINA) Mírala, Boba, es Isolina. ¿La vei, gringo?
LA BOBA:            Cállate.
PITUCA:               Hemos tomado mucho.
LA BOBA:            Calla, por favor. Acá, amazona domadora de falos, estilista del coito, reina del algodón dulce en todas las bocas, ¡Carmen Taripha! (ENTRA YAMAÑANA REPRESENTANDO A UNA BOLIVIANA SUBIDA SOBRE UNA ALPACA. DA VUELTAS EN EL RUEDO) Ella trae la inconfundible gracia de la mujer andina...
ISOLINA:             ¡Mentira! ¡Esta es Carmen Taripha! (EL FANTASMA DE ISOLINA MUESTRA UN CADAVER MOMIFICADO: EL DE LA SERRANA) ¡La que el español mandó matar porque contaba demasiadas historias! La llenaron de coca para mandarla a Estados Unidos, le cortaron las manos viva, y de nuevo le crecieron. ¡Por eso se las arrancaron cuando murió!
PITUCA:               (EBRIA, SE DEJA LLEVAR POR EL TEMOR) Es verdad, Bobita, a la boliviana la mataron porque hablaba mucho de sus dioses, sus cerros, sus animalitos...
LA BOBA:            (SIGUE ACTUANDO) ...la mujer andina, digo, ¡reina del Mama Ocllo, orgullosa de su Potosí! Y a continuación desfilan las siamesas adivinas, las panameñas Dariana y Colonia Nombre de Dios, unidas por un mismo corazón... (ENTRAN RAFAEL Y UN MUÑECO DE TRAPO UNIDOS POR EL PECHO, CON UN GROTESCO TRAJE TIPICO. SALEN TAMBALEANDOSE)
ISOLINA:             ¡Falso! !Estas son! (HALA DOS MOMIAS QUE, AL UNIRLAS, FORMAN UN CUERPO COMPLETO) El gringo las rajó en dos porque tuvieron un hijo suyo. ¡Les hizo un canal en el vientre, les sacó un cubo de sangre y las condenó a agonizar un siglo entero! ¿Y sabes lo que dijo mientras las cortaba? ¡Que abriéndolas en dos iba a duplicar sus ingresos!
PITUCA:               (ESCONDIDA TRAS LA BOBA, CAMBIANDOSE DE ROPA) Bobita, vámonos, me da más miedo el teatro que la realidad.
LA BOBA:            Porque eres mensa, seguro. Sigue actuando.
PITUCA:               Es el fantasma. Ella sabe por qué no ha vuelto Mirage.
LA BOBA:            ¡Sigue!
PITUCA:               Ella va a soltar a los monstruos.
LA BOBA:            He aquí, señores, a la más famosa, la caribeña, la reina del ritmo, la negra... ¡Isolina! (PITUCA SE HA DISFRAZADO Y ES AHORA LA REPRESENTACION BURLESCA DE ISOLINA, QUE LA ENFRENTA)
PITUCA:               ¡Yo soy Isolina la rumbera!
ISOLINA:             ¿Cómo te atreves a imitarme así?
PITUCA:               No es mi culpa, el gringo...
ISOLINA:             ¿Acaso él nos daba miedo antes?
PITUCA:               No, pero después de lo que te hizo... ¿Te encerró, recordai? Cuando tú lo cacheteaste.
ISOLINA:             Quiso tomarme por la fuerza. Y yo fui puta, pero nunca indigna.
PITUCA:               ¿Por qué no te dejaste coger?
ISOLINA:             Porque me daba asco. Su olor a chicle, sus pecas, su estupidez...
PITUCA:               A ti solo te gustaban negros, pero entre los ricos nunca vimos uno. Y el día que escapaste al campo a traerte cualquiera, el gringo te buscó,  ¡harto de tus revueltas!
GRINGO:              (POR UN PARLANTE) ¡Pituca! ¡Trabaja! (LAS LUCES TITILAN)
LA BOBA:            ¡Sí gringo, ya va! Por favor, Pituca... (AL PUBLICO) Esta es Pituca la virgen, representando a Isolina. Miren sus pezones de circo, parecen narices de payaso. He aquí... su cuerpo!
PITUCA E ISOLINA:        (PITUCA REPITE LO QUE DICE ISOLINA, COMO POSEIDA POR ELLA)                     Emparedado.
LA BOBA:            Emparedado de jamón, ¡eso comía! ¡Y cómo hacía el amor!
PITUCA E ISOLINA:        Nunca se rindió.
LA BOBA:            ¡Calla! Esta frágil figura murió víctima de la tisis, romántico mal que le hizo lo mismo que ustedes: ¡la perforó!
PITUCA E ISOLINA:        ¡Mentira! Me perforó una bala. Pero ni así me mató el gringo. ¡Me exterminó la indiferencia de las cobardes que me aislaron, me bloquearon, me acorralaron en un cuarto, me negaron la comida, el agua y el jabón! ¡Ustedes fueron! Y se quedaron paradas cuando el gringo levantó esta columna alrededor mío, con piedra y cemento! ¡Estoy sepultada viva, pero de pie! ¡No pudo matarme!
LA BOBA:            Este ha sido el penúltimo número, señores, lamento que tan rápido y accidentado! Pero esta celebración nos conmueve desde las Patagonias hasta el Gran Yukón! Por eso nos hemos bebido un Amazonas de cerveza, y a cada rato salimos porque nos... Orinoco! (LE TAPA LA BOCA A PITUCA, MUY BORRACHA, Y LA ARRASTRA FUERA) ¡Permiso! ¡Adiós! ¡Gringo, si vieras atrás... tenemos tantas sorpresas atrás!
(APAGON EN ESCENARIO, LUZ EN CAMERINO. ENTRA ALLI LA BOBA ARRASTRANDO DEL CUELLO A PITUCA. SE HORRORIZAN AL HALLAR A YAMAÑANA Y RAFAEL RODEANDO A MIRAGE MUERTA, CON EL PECHO ENSANGRENTADO)

LA BOBA:            ¿Qué mierda les está pasando? ¿Por qué no salió Mirage?
RAFAEL:              ¡Se lo comieron, chica! ¡Se lo comieron!
PITUCA:               ¿Pero qué...?
YAMAÑANA:     ¡El pecho! ¡Olha!
RAFAEL:              Los echamos a golpes, nos mordieron y se lo llevaron vivito, coño! ¡Como una parchita!
PITUCA:               ¡No, qué horror!
RAFAEL:              ¡El corazón, mujer! Mataste uno y vinieron cinco...
YAMAÑANA:     La encontramos con tudos encima...
PITUCA:               ¡Y van a volver, pú! ¡Si estaba actuando tan lindo!
YAMAÑANA:     Eu dije que esto iba a terminar mal.
RAFAEL:              Nos han cobrado a su muerto.
PITUCA:               ¡Qué espanto!
LA BOBA:            ¡Calla! ¡Saquen su revólver!
RAFAEL:              ¡No sé usarlo!
LA BOBA:            ¡Yamañana!
YAMAÑANA:     (TOMA EL REVOLVER DE PITUCA) Dame esso. ¿E agora?
LA BOBA:            Ahora nos plantamos a esperarlos, ¡y monstruo que venga, monstruo que come plomo! ¡No ha nacido el que me mate! ¡Pituca! ¡Ándale, avisa al gringo!
PITUCA:               ¿Solita?
LA BOBA:            ¡Avísale antes que nos maten!
RAFAEL:              ¡Voy yo!
LA BOBA:            Quédate acá, hombre de trapo.
YAMAÑANA:     ¡Vai embora, Pituca!
LA BOBA:            ¡Que no se de cuenta el público! ¡La gente no debe enterarse! (PITUCA SALE. A RAFAEL) ¡Apunta y párate como hombre! ¿Cuánto falta?
RAFAEL:              Voy yo y presento el último número... y luego tú, brasileña... y después salimos todas para... (LAS LUCES DEL ESCENARIO TITILAN, AVISANDO)
LA BOBA:            Carajo, el gringo está haciendo señas...
RAFAEL:              Y no vienen los feos...
PITUCA:               (DE FUERA, ATERRORIZADA) No, ¡no! ¡Déjenme! ¡Por favor!
YAMAÑANA:     ¡Vamos! (PRETENDE SALIR A DEFENDERLA. LA BOBA LA DETIENE)
LA BOBA:            ¡Ven acá, ni te me asomes!
PITUCA:               ¡Déjenme! ¡!No es mi culpa! ¡Yo también soy mamá de ustedes! ¡Señores monstruos, por favor...! ¡No! ¡NOOO!
(PELEA. RUIDOS DE COMBATE. GRUÑIDOS. LAS LUCES TITILAN FURIOSAMENTE)
LA BOBA:            ¡Gringo de mierda, no jodas con tus luces!
RAFAEL:              ¡Se la están comiendo!
YAMAÑANA:     ¡Fora! ¡Déixenla!  (TIRA HACIA LA OSCURIDAD. SILENCIO. PASOS Y MURMULLOS)
LA BOBA:            Vienen, carajo... y el gringo no asoma! ¡Yo le advertí! ¡Que alguien llame a Washington!
(LOS TRES DISPARAN Y LANZAN OBJETOS AFUERA. RAFAEL ESCAPA HACIA EL ESCENARIO, QUE SE ILUMINA AL ENTRAR EL. ANTES DE QUE LAS MATEN , LAS PUTAS Y EL CAMERINO DESAPARECEN POR APAGON. ATERRADO Y REVOLVER EN MANO, EL CROONER PRETENDE SEGUIR EN ESCENA, DONDE SE CREE SEGURO)
RAFAEL:              Señores del público, ahora nos toca presentar... ¡el Burdel del Futuro! (METE LA MANO TRAS EL TELON PARA TOMAR UN CARTEL. OTRAS MANOS LO ATRAPAN. FORCEJEA) El futuro... el futuro... (DISPARA HACIA ADENTRO. ASI SE LIBRA Y OBTIENE EL CARTEL, QUE DICE: EL SHOW DEL MAÑANA)  El futuro está lleno de promesas... ¡pero no cumple ninguna! (LAS LUCES TITILAN) Disculpa, Washington, el chiste no está en el libreto pero es que quería que me mires atrás... (SE AGACHA. LE ENSEÑA EL TRASERO, PERO SEÑALA AL CAMERINO CON DISIMULO) ¡Mi-ra a-trás! (AL PUBLICO) Es que el deseo vive y arde siempre entre nosotras, y del deseo saldrá... ¡El Mañana! (CANTA. SE ABANICA CON EL CARTEL)
El Mañana nos traerá
nuevos gustos, nuevos ritmos,
¿nuevos pecados? ¡Yo no los quiero!
¡Quiero los mismos, quiero los mismos!
(ENTRA YAMAÑANA DISFRAZADA DE VIEJA BUSCONA “FRANCESA”: BOINA, MEDIAS CALADAS, BOQUILLA CON CIGARRILLO, PELUCA BLANCA. HA FORCEJEADO HASTA APARECER EN LAS TABLAS. LE SANGRA LA NARIZ)
RAFAEL:              ¿Qué será de los viejos en el mañana? ¡Pues a la tumba! ¡A la tumba las feas y las antiguas! (UN LARGO BASTON APARECE. BUSCA ATRAPAR DEL CUELLO A LA MUJER, QUE BAILA ESQUIVANDOLO) ¡Las esposas molestosas, las beatas cucufatas, las abuelitas putitas... ¡Al Panteón! Porque el mañana es impostergable como los orgasmos y quien se mete en su contra, se mete contranatura! ¡A la tumba las viejas! (EL BASTON ATRAPA A YAMAÑANA Y LA ARRASTRA VIOLENTAMENTE AFUERA) ¡Al hueco! (A LA CABINA, ESPANTADO) ¡Gringo! (SE RECOMPONE) Las Tres Calaveras, su lujosa Casa de Encuentros Galantes, renueva en este último número su promesa de servir mejor a nuestros clientes, que... ¡Washington, ven! ¡Baja! ¡Acompáñanos en la marcha final, el Desfile del Porvenir! ¡El Burdel del Mañana tendrá ordeñadoras electrónicas, consoladores-cohete, condones de propulsión atómica y camas espaciales llenas de agujeros negros! (CAE DE FUERA UNA BOLA DE PAPEL) ¡Qué lindo!  El Lupanar del Futuro tiene meteoritos que parecen bolas. ¡Qué tecnología! Es un mensaje del gringo mi jefecito que dice... (LEE) “Nos estamos comiendo... tu... futuro”. (LO ARROJA ASUSTADO) ¡Ay, no espantes! Señores del público, es que Washington es desconcertante... ¡Baja, Washi! (MIRA A LA CABINA) ¿Qué pasa allá arriba? ¿Con quién forcejeas? ¡Son cuatro! (LA MUSICA GRABADA GRUÑE INCOHERENTE. LAS LUCES TITILAN SIN SENTIDO. HAY UNA EVIDENTE PELEA EN LA CABINA) No señores, es que... es la música del futuro... ¿qué te hacen, gringo? ¡Te lamen! (RIE Y SUFRE) ¡Te muerden! ¡Virgencita: ¿qué está pasando allá?! (LE LANZAN OTRA BOLA DE PAPEL) ¡Otro mensaje! (LA ABRE. Y HALLA UN DEDO ENSANGRENTADO) ¡Qué asco! Señores, es... (AUN NO SE ATREVE A CONTARLE AL PUBLICO) Es el humor negro del patrón, negro como sus mulatas esclavas del sexo, negro como el pelo que vive alrededor de nuestro temblores, negro como... como... (SE DECIDE) ¡Como el camerino oscuro donde están pasando cosas horribles! ¡Váyanse! ¡Nos van a matar! ¡Vamos a morir! (UN FOCO ESTALLA. LAS LUCES SE APAGAN. RAFAEL SIGUE GRITANDO Y ENCIENDE UN FOSFORO) ¡Auxilio! ¡Se están comiendo al gringo! ¡Corran que el Show del Mañana va a ser espantoso! (SE LO LLEVA EL GRAN BASTON) ¡Corran que el mañana ya se acabó! ¡Se acabó! (SU FOSFORO SE APAGA. SILENCIO)

(UN MONSTRUO ENVUELTO EN ANDRAJOS ENTRA DE LA MANO DE ISOLINA, COMO UN NIÑO LLEVADO POR MAMA. NO TIENE ROSTRO PERO VEMOS QUE SE DESCOSE LA BOCA Y RECITA CON INOCENCIA)
MONSTRUO:                      Poema final, dedicado
                                               a los monstruos cobardes y las putas benévolas:
                                               Ustedes se llaman durmientes.
                                               Tiemblan de noche con el peso
                                               de las verdades y los siglos. No van a ver
                                               el final del túnel. Ya no viaja el fuego
                                               por la ruta de los indolentes
                                               ni en el frío vagón de sus corazones.
                                               Doy fe: cuando fueron sordos al llanto
                                               de los vivos, entonces decidieron
                                               estar muertos.
                                               Ustedes se llaman durmientes.
                                               Acuéstense en el camino. Pronto que ya viene
                                               el Tren de la Historia.
                                              
                                               Buenas noches.

(HACE UNA VENIA INFANTIL. APAGON. TELON FINAL)

=========



Comentarios