ZAPATOS DE CALLE
Comedia
dramática
de
CELESTE
VIALE YEROVI
Lima,
diciembre de 1998
A Janet y Rodolfo, mis padres.
El
hombre Amador
El ruido viene de fuera como un soplo violento
que nos perfora el tímpano, ya casi no podemos oírnos ni a nosotros mismos.
Anhelamos, a veces, el silencio cálido
del útero y el flote mórbido en la placenta, pero allí no entramos todos.
Entonces el hombre-Amador, rebuscando entre
su instinto animal y su cordura, eleva la cabeza por encima de la línea que
traza el horizonte y le da la espalda a los buitres que lo aguardan en la
orilla, no para hacerlo su presa sino para que vaya a cazar con ellos.
Personajes
AMADOR
abogado, 50 años
MUJER, intrusa en la casa Amador, 45 años
CASERA,
dueña de la pensión donde vive Amador,
70 años
DEPENDIENTE,
mujer que atiende en la casa de prótesis,
47 años
ENFERMERA
Nota: Los personajes de MUJER, DEPENDIENTE
y ENFERMERA pueden ser representados por
la misma actriz.
ESCENA 1
La obra se inicia en el interior de una casa
de pensión de clase media. Ocupando una
gran parte del escenario vemos la
habitación de Amador. A la izquierda la puerta de entrada que da a
un corredor. Al fondo un ropero, en uno de sus paños, un
espejo y a su costado una cama seguida de una mesita de noche. Al centro, colgada de la pared cabecera, una
reproducción enmarcada de la pintura de Jerome Bosch : El jardín de las delicias.
Al lado derecho, una ventana que da a la calle, al lado, la puerta
del baño y un escritorio. Amador
está en el pasillo intentando abrir la
puerta para entrar a su habitación, prueba una y otra vez con diferentes
llaves. Hay luz en el pasillo pero la habitación está a oscuras.
VOZ DE AMADOR
(Furioso, entre dientes) ¡Tres veces he
mandado a arreglar esta puerta!
VOZ DE LA CASERA
No es la puerta... ¡es la llave! Ya se lo he advertido señor Amador. Usted me
está malogrando la chapa...
Amador
forcejea la puerta
VOZ DE LA CASERA (CONT)
Me está malogrando la puerta...
AMADOR
logra abrir la puerta, entra y cierra.
VOZ DE LA CASERA (CONT)
Cuando usted se
vaya voy a tener que descontarle todos
los daños. Después no se me queje.
Amador
enciende la luz. Deja sobre el escritorio el maletín que trae. Se quita
rápidamente el saco, los zapatos, se desajusta la corbata y se para frente al escritorio Observa un
pañuelo cubriendo algo. Se acerca lentamente y lo retira
dejando ver un pequeño pedestal sobre el que se aprecia un mocasín de
hombre, muy limpio. Mientras
tanto, por el filo bajo de la puerta, se ve la sombra de los pies de la CASERA. Luego , ella
toca. Amador cubre rápidamente el zapato y
con evidente fastidio abre apenas
la puerta. La CASERA ,
casi sin vérsele, le entrega un sobre.
CASERA
Me estaba
olvidando de esto. Lo dejaron al
mediodía.
AMADOR
Gracias.
AMADOR Intenta cerrar pero la
casera se lo impide tratando de husmear el interior de la habitación.
CASERA
El joven que la trajo parecía muy molesto. Le pregunté si no quería dejarle algún
mensaje además de la carta, pero se dio media vuelta y se fue.
AMADOR
Gracias.
AMADOR consigue cerrar.
La CASERA
se aleja murmurando. AMADOR, se
desabotona la camisa. Descubre que el sobre ha sido abierto, saca la carta y
lee
AMADOR (CONT)
“Doctor, lo estuvimos esperando.
La audiencia era a las nueve y se canceló porque Ud. no se
presentó”. ¡Maldición¡
Va al almanaque que está colgado
junto a la puerta y revisa la fecha
AMADOR(CONT)
25 de octubre.
Sra. Asunción.
Siente a
alguien al otro lado de la puerta. Se
agacha para atisbar por la rendija
inferior. Coge un matamoscas cercano y lo mete por la rendija Se topa
con algo. Inmediatamente se escuchan pasos que se alejan por el pasillo. Amador
retoma la carta.
AMADOR (CONT)
¡Sra.
Asunción! ¡La pobre! Terminarán embargándole todo.
Se pasea por la habitación
AMADOR (CONT)
Hablaré con su hijo para que le
busque otro abogado... ¡No! No, no puedo
hacer eso, su caso es la última oportunidad que me dieron en el estudio. O lo gano o me despiden. ¿Se da cuenta Sra. Asunción? Los dos nos
quedaríamos en la calle. Llamaré a su hijo,
le pediré disculpas, luego hablaré con el juzgado, les explicaré y
conseguiremos otra fecha.
Toma una ficha del escritorio y escribe en
grande DOÑA ASUNCIÓN, la pega sobre el almanaque.
AMADOR (CONT)
Así, cada vez
que salga veo su nombre y no me olvido.
Todo va a salir bien doña Asunción. Le pondré más empeño a su caso. Ahora a
buscar ese teléfono que su hijo me dio...
Va a su
maletín, toma su agenda y luego como si hubiera descubierto algo
dentro del maletín, saca con un paquete
mal envuelto en papel, lo abre con cuidado. Es un zapato de mujer de
color naranja, de taco alto con un adorno brillante en la delantera. Lo
acaricia, le quita un poco el polvo y lo
guarda en un cajón del escritorio.
Recuerda entonces su zapato en el pedestal y lo destapa. Mete en su
agenda la carta de Doña Asunción y la
guarda dentro del escritorio junto con el zapato naranja que había sacado del
maletín. Lee la ficha que cuelga del zapato mocasín.
AMADOR (CONT)
Expediente
No 15. Marduk, 50 años, 78 kilos,
un metro setenta y tres,
ocupación.....(piensa) Uhmmm, esto todavía no lo puedo definir. Perdió el zapato junto con su pierna.
Saca del escritorio el file No 15, lo abre y lee:
AMADOR(CONT)
La máquina
rotativa se echó a andar en medio del silencio de la noche. Parecía una cascada de agua precipitándose a
un río seco. Marduk creía estar solo y
quiso confirmarlo, por eso cruzó
sigilosamente la habitación a
oscuras. Al otro lado la primera luz de
la mañana se colaba por los filos raídos de las cortinas negras. No vio a nadie, pero sintió un soplo de aire rozando su
oreja. Antes que pudiera darse la vuelta, una tela áspera, llena de polvo, le
tapó la cara. El polvo le penetró en los ojos, unos puños de nudillos delgados
se clavaron en su espalda, empujándolo hacia delante. (Se va entusiasmado) El ruido de esa máquina se hacía
cada vez más fuerte, más fuerte....
AMADOR toma el mocasín y se lo pone. Se transforma
en Marduk
ESCENA 2
MARDUK
(Cogiéndose la
pierna) ¡Ayyyyy...! ¡Mi piernaaaaa…! Mi pier....na....
Ayu…den…. Ayu....
Busca desesperadamente a su alrededor. Se apoya
en una silla y con ella cae al piso.
Intenta llegar hasta la cama. Lo logra con mucho esfuerzo. Se
levanta. Privado por el dolor cae tendido sobre la cama, dejando caer el
zapato mocasín que lleva en un pie. En la cabecera, el cuadro de Bosch se balancea esporádica y levemente. Alguien
detrás de esa pared lo está moviendo.
Despierta. Se
toca la pierna, descubre la amputación
MARDUK
(CONT)
!
Maldita sea! ! Mi pierna! ¿Dónde está mi pierna? ¿Dónde están mis amigos…?
Mira
alrededor, repara que está en un cuarto de hospital
MARDUK
(CONT)
¿Dónde están los
hijos de puta que se quedaron con mi pierna?
Toca un supuesto timbre. Ve entrar
a una enfermera vestida de blanco, casi como un fantasma.
ENFERMERA
Sí?
MARDUCK
Sí qué?
ENFERMERA
No llamó?
MARDUCK
Sí señorita, pero
no a usted. Quiero que venga el doctor....
ENFERMERA
Se siente mal?
MARDUCK
Puede acercarse?
Dobla el
brazo de la supuesta enfermera.
MARDUK (CONT)
Se siente mal?
Ah?
ENFERMERA
Ayyy... Suélteme
por favor!
MARDUK
Se siente mal?
ENFERMERA
Síííí..........!Suélteme
¡
MARDUK
Y si yo le
quebrara este brazo, ¿se sentiría
peor...?
ENFERMERA
Síii....Ayyy
AMADOR la suelta.
MARDUK
Entonces no haga
preguntas estúpidas...
ENFERMERA
Trataré de ubicar
al doctor
ENFERMERA Intenta salir
MARDUK
No! No se vaya,
quédese acompañándome hasta que él venga.
La ENFERMERA obedece
MARDUK (CONT)
¿Sabe que estaría haciendo yo
ahora si no estuviera aquí? ¿Ah? Llenando mis bolsillos de dinero, del
que suena clic, clic, clic. Del que
tiene olor, color.... He pasado mi vida
cargando dinero invisible. Dinero del que se guarda aquí... (Se señala la
cabeza). Es una buena manera de tener dinero. Eres rico y nadie se entera (Ríe). Pero ese libro me iba a cambiar la
vida... ¿Cuántos años tiene usted? ¿Veinticinco? Debe haber sido una niña cuando yo empecé a
escribir ese libro. Cientos de
apuntes, documentos, lecturas,
bibliotecas, kilos de café, azúcar y sueño derramados sobre la mesa de mi
escritorio. Al fin una noche me acosté.
Al día siguiente me asomé a la
ventana. La gente que veía pasar por mi calle había cambiado. Eran otros, no
los conocía. Tuve miedo de salir y me quedé pegado al vidrio de la ventana, examinándolos. No, no eran las mismas
personas. Pensé en mi libro y en la imprenta donde lo había dejado, sentí una
necesidad inmensa de salir corriendo a recuperarlo, pero esperé hasta la noche. Sabía cómo entrar a esa imprenta
sin que me viera el encargado nocturno,
trabajé allí por años. Bajé hasta la oficina donde se quedó mi libro. No estaba
allí. Volé a la sala de impresión, revisé los trabajos
pendientes y encontré mi manuscrito,
separando las hojas de un almanaque recién impreso. Todo
mi Primer Capítulo impregnado de escandalosa tinta verde. Terminé llorando en el suelo abrazado a
las páginas manchadas que había logrado
recuperar. Pero decidí calmarme y seguir buscando los otros
capítulos. Amaba ese libro. En eso se
apareció el "murciélago". Me dio gusto verlo después de tantos años,
aunque me pareció extraño encontrarlo allí. Qué hacía un soldado en una
imprenta? Me comenzó a patear gritándome
que me largara. Qué te pasa "murciélago"? Soy yo. Me
pateó y me pateó en la cara con su bota, hasta que me sacó.
MARDUK (CONT)
(A la enfermera)
¿Me está escuchando o no?
ENFERMERA
¿Ahhh? Sí.
¿Terminó?
MARDUK
No, no he
terminado. El me botó, me sacó a
empujones de allí. Yo no opuse resistencia porque hubiera tenido que golpearlo
y no quería. Era mi amigo. Estuve dando
vueltas por esas calles mal olientes y al amanecer regresé. A las cinco vi
salir al “murciélago”. Y volví a
entrar... Mejor no lo hubiera hecho. Me hubiera quedado afuera para
siempre. Parado en esa vereda para siempre.
MARDUK Repara en el poco interés de la ENFERMERA por su charla
MARDUK
¿Por qué no viene
el doctor?
MARDUK Toca el timbre con furia
ENFERMERA
No vendrá
MARDUK
¿Quiere decirme
que estoy en un hospital donde no hay doctores? ¿Sólo enfermeras? Un hospital ¿“Nurses Only ” ?
ENFERMERA
A los doctores
no se les llama con el timbre señor, a menos que sea el timbre del teléfono.
(Irónica) Pero esta habitación no tiene teléfono porque usted está en un
hospital y no en una clínica privada.
MARDUK
(Furioso) ¡Quiero que venga el doctor! ¡Ahora!
ENFERMERA
Veré si
encuentro uno.
MARDUK
Señorita! Quiero
al doctor que se quedó con mi pierna. No
a otro!
MARDUK (CONT)
(Gimiendo en el
suelo) Oh Dios, qué fue lo que pasó?
Se
arrastra. Poco después, como AMADOR se
levanta, deja la improvisación, coge el file y retoma la escritura.
AMADOR
Marduk, insiste
en recordar. El culpable tenía que estar en su memoria
confusa. Tenía que dar con él para escupirle a la cara su llanto empozado en
la boca. Poco a poco el dolor de su
pierna fue cediendo mientras el de su pena, aumentaba.
AMADOR
deja la escritura y con el file en la mano regresa a la cama y se tira
en ella.
AMADOR (CONT)
(Nostálgico)
Cuando pensaba en sus días por
venir mordía la almohada con
rabia. Se veía varado en una playa
desconocida de orillas inmensas bloqueando su paso hacia las olas,
la arena mojada estancándose entre sus dedos y la sal pesada y gruesa
enquistada en su pellejo...
Tocan a la puerta, es la CASERA
ESCENA 3
VOZ DE LA CASERA
Señor Amador....
¿Señor Amador?
AMADOR
...Solitario
contemplaba el mar enorme. ¿A quién
preguntar por lo ocurrido? Por la ausencia de los amigos, por la lejanía
de sus hijas. ¿A quién pedir cuentas por su existencia mutilada?
Nuevos golpes en la puerta lo
interrumpen
VOZ DE LA CASERA
Señor AMADOR. ¿Es usted quien tiró un zapato por la
ventana?
AMADOR
(Reaccionando)
¿Cómo?
VOZ DE LA CASERA
Abajo hay una
persona reclamando por un zapato que
dice le cayó desde aquí...
AMADOR
¿Ahhhh...?
Sí. Voy, voy.
Abre, atajando las pretensiones de la CASERA por husmear.
AMADOR (CONT)
¿Dónde está?
CASERA
Abajo. (Con intención) Es alto de un metro ochenta
por lo menos.
AMADOR
Me refiero al
zapato. ¿Dónde está el zapato?
CASERA
Lo tiene él
AMADOR saca dinero de su billetera
AMADOR
Tome, déle esto
y que le entregue el zapato de inmediato. ¡Ah!, por supuesto pídale disculpas.
CASERA
¿Y por qué tengo que hacer yo todo eso?
AMADOR
Porque a mí me
mataría. No ve que sufro de artritis y casi
no puedo cerrar los puños para
darle un buen puñete. No podría defenderme. ¿Entiende?
CASERA
Eso debió
pensarlo antes.
AMADOR
(Impaciente) Bueno, entonces lo hará porque si
no, yo la denuncio. La
denuncio por no darme recibos de lo que le pago cada mes.
CASERA
Señor
Amador. Cuando murió mi marido tuve que
poner esta habitación en alquiler, y no me ha sido fácil encontrar inquilino, necesito ese dinero porque de eso
vivo. Usted paga puntualmente, de eso no me quejo, pero me hace perder la paciencia. Así
que le advierto, si sigue causándome
problemas...
AMADOR
Por favor, apúrese.
Ese señor se va ir con el zapato.
Cierra la
puerta.
VOZ DE LA CASERA
¡Y a quién le interesa quedarse con un sólo
zapato¡
AMADOR acomoda el sobrecama, toma
el file y repasa lo escrito.
AMADOR
Hummm... ¿Qué
hacía allí el "murciélago"?
¿Estaba encargado del turno de noche? ¿Había dejado el ejército entonces? ¿Y
quién se quedó dentro cuando el
“murciélago” se fue. ¿O no se fue realmente?
¿El activó la rotativa y
luego lo empujó? ¿Por qué habría de hacerlo?
Abajo se escuchan gritos. AMADOR deja de escribir. Se asoma a la ventana
AMADOR
¡Hey, señora
Rolanda! ¡No! No lo jale así, lo va a romper.
AMADOR recoge sus zapatos. Regresa a la ventana, los tira
AMADOR
Que se lleve
estos... (Pausa) ¡Se los llevó...! ¡Miserable!
Tírelo nomás señora Rolanda . No, por favor no suba... ¡Dios, va a
subir!
Acomoda un poco la habitación, repara en el
cuadro movido y lo endereza. Entra el mocasín por la ventana
AMADOR (CONT.)
¡Vaya, cambió de
idea!
Amador
recoge el mocasín, se lo pone y se transforma nuevamente en MARDUK encoge
un pie, toma una escoba del baño que
hará las veces de muleta.
ESCENA 4
Marduk se
pasea por la habitación. Aparece tras él
una mujer de unos cuarentiséis
años. Es la dependiente. Esta vez el cuadro de Bosch se irá moviendo hasta quedar inclinado hacia un lado, presentando un
agujero pequeño en la pared por
donde alguien observa secretamente la escena
MARDUK
Buenas
tardes, tengo entendido que aquí.... me
dijeron que ustedes fabrican, (nervioso) bueno, eso de fabricar es un decir....
Vea... Necesito una..... (Ríe,
nervioso) es la primera vez… no se cómo decirlo... ¿Prótesis? (Avergonzado) Disculpe es que es la primera
vez....
DEPENDIENTE
¿Necesita una
pierna ortopédica?
MARDUK
Es una
desgracia, aún no me recupero de esta pérdida. Y es que... no se trata sólo de
la pierna.
DEPENDIENTE
¿Ah…no?
MARDUK
Es mucho más lo
que he perdido... He perdido también mi...mi... me siento tan mal...
DEPENDIENTE
Oh, no, no se
preocupe, no tiene que decirlo...
MARDUK
Toda mi vida se
desgració en un solo día. Me dejó mi
novia.....
DEPENDIENTE
Pase.
La habitación simula ser sala de
recibo
DEPENDIENTE
(CONT)
Siéntese. Oh... Perdón. ¿Puede?
MARDUK
Prefiero
permanecer parado. Quisiera explicarle...
DEPENDIENTE
No, no necesita entrar en detalles. Lo Imagino. Quizá esperaba que lo atendiera
un hombre. Lo siento pero a esta hora mi
padre ya está durmiendo, se acuesta temprano. En realidad no estamos en horario
de atención pero, lo noté tan apremiado... Claro que si le da pudor,
puede regresar…
MARDUK
¿Pudor?
DEPENDIENTE
Quiero que sepa
que yo estoy acostumbrada... nada me asombra. Tendré que hacerle algunas preguntas sobre... sobre el
material...., el tamaño....
MARDUK
Me dijeron que
ustedes son los mejores.
DEPENDIENTE
Así es.
(Arreglándose el cabello en una mezcla de orgullo y coquetería) Aunque lo suyo
será un trabajo... especial. Más delicado.
En los 34 años que tenemos de experiencia sólo hemos creado dos prótesis
como las que usted necesita...
MARDUK
(Sorprendido)
¿Sólo dos?
DEPENDIENTE
Así es. Usted
sería el tercero
MARDUK
¿Entonces cuál
es su experiencia?
DEPENDIENTE
Ya le dije de 34 años.
Le traeré el catálogo y ahí usted
podrá apreciar con claridad....
DEPENDIENTE
(CONT)
Desgraciadamente
por ahora sólo le puedo mostrar éste, pero le dará una idea de la calidad de
nuestro trabajo. De aquí, todos nuestros clientes..., bueno, yo prefiero llamarlos pacientes. Se lo digo a mi padre, pero el insiste en
que éste es un negocio como otro cualquiera y que lo demás son cojude...
perdón. No es por alardear, pero quienes nos prefieren no se llevan
cualquier cosa. Mire ésta. ¿Qué le
parece?
MARDUK
Hummm...
DEPENDIENTE
Es una mano
preciosa. La encargó una viuda de mucho
dinero. A los pocos meses
de usarla, se casó por segunda vez. Para mí que le dio cierto aire
de distinción que la pobre no
tenía a pesar de su dinero. Era una mujer sin clase, despreció nuestra
copita de ron.
MARDUK
¿Ahhh?
DEPENDIENTE
Cortesía de la
casa, que ofrecemos al término del trabajo. A modo de agradecimiento y para
contribuir a la autoestima de nuestros pacientes.
MARDUK
(Cerrando el
catálogo) Bueno, ahora hablemos sobre lo mío.
DEPENDIENTE
Lo que usted
diga. Le tomaré las medidas. ¿Sabe?
Algunos dicen que tengo mejores manos que mi padre. Estudié medicina dos años pero él me prohibió continuar. Ahora ya sería cirujana, especialista en traumatología.
MARDUK
Disculpe, pero
me gustaría saber cuánto va a
costar.
DEPENDIENTE
Eso depende de
muchas cosas. Para serle franca, en su caso hay que usar un sólo material, y ese sí es caro...
Ahhhh... pero no sabe lo bien que va a
quedar usted. Su novia se arrepentirá de
haberlo abandonado. En adelante usted llevará... ¡una obra de arte bajo esos pantalones! Ya me lo
imagino.
Se pasa el pañuelo por la frente
DEPENDIENTE
Yo puedo darme el lujo de imaginar ¿sabe?, de
fantasear... Soy soltera y aquí metida trabajando todo el día, con él....
DEPENDIENTE
...vigilando
todo lo que hago.
MARDUK:
Señorita,
no tengo mucho tiempo
Suena el repique de una
bacinica golpeada con insistencia por
una cuchara
DEPENDIENTE
¡Se despertó! Un
momento por favor .
La DEPENDIENTE sale. Marduk impaciente ojea el catálogo. Luego de
un rato la DEPENDIENTE
regresa.
DEPENDIENTE
(CONT)
Hable bajito, no
debe enterarse que está usted aquí. Le dije que estaba conversando con mi
hermana. El no sabe que ha salido.
MARDUK
Mejor regreso
otro día.
DEPENDIENTE
¡No! Ya puede sacarse los pantalones.
MARDUK
¿Aquí...?
DEPENDIENTE
Si desea pase al
baño, pero después salga ¿no?
Marduk empieza a quitarse los
pantalones
DEPENDIENTE
(CONT.)
! Espere! Me
daré la vuelta para que no se sienta tan incómodo.
MARDUK
Me da lo mismo.
DEPENDIENTE
Déjeme decirle
algo. Quizá le interese. Nosotros damos
también servicio posterior. Resulta
conveniente para algunos y... también para mí. Así
salgo un poco de casa. Fue una
idea que se me ocurrió cuando pasó por aquí un marinero que se había dislocado la nuca en una faena en alta mar. Le hicimos un collarín que cogía parte de la espalda. Un día llamó furioso a decir que se le había hecho una llaga,
aquí... (Señala la zona de la espalda)...a esta altura más o menos. Mi padre me
mandó a curarlo. (Más excitada) El ya casi no sale y mi hermana, sólo quiere
ocuparse de la contabilidad. Fui ese día y, después,
todos los viernes a hacerle
su... mantenimiento. Se transpira mucho
con esos aparatos ¿sabe? Fue en ese
verano terrible que tuvimos hace unos
años, ¿se acuerda?
MARDUK ha terminado de sacarse los pantalones, queda en
calzoncillos
MARDUK
¡Ya!
DEPENDIENTE
(Muy excitada)
¿Ya?
MARDUK
¿Qué pasa?
DEPENDIENTE
(Asombrada)
Ohhh!!!!!!
VOZ
¿Piedad?
MARDUK
¡Se despertó
otra vez!
VOZ
Piedad ¿eres tú?
DEPENDIENTE
(Confundida)
Disculpe.
La DEPENDIENTE Entra hacia el baño. MARDUK queda en medio de la habitación en calzoncillos,
esperando que ella regrese. Tarda, se siente ridículo, se incomoda. Se
pone los pantalones y decide llamarla, se dirige al baño.
MARDUK
¿Piedad?
Silencio.
MARDUK (CONT)
¿Piedad?
MARDUK llega hasta la puerta de entrada, buscando
MARDUK (CONT)
¿Piedad?
Se topa con el almanaque, lo lee.
MARDUK (CONT)
Señora
Asunción....
AMADOR
(Saliendo de su improvisación) ¡Señora Asunción…! ¡Sí! Sí, Doña
Asunción. ¡Maldición! Voy a llamar a su
hijo en este momento. No se preocupe todo va a salir bien.
AMADOR se acomoda los pantalones rápidamente. Busca su
agenda, no la encuentra. Escucha pasos detrás de la puerta. Trata de averiguar
quién está al otro lado. Cuidadosamente,
toma el matamoscas y lo introduce por la rendija. El matamoscas se
atasca. Se levanta rápidamente y abre la
puerta de par en par, pretendiendo sorprender a la Sra. Rolanda. No
encuentra a nadie. Sale hasta el
pasillo. En ese momento una MUJER
ingresa a la habitación. Va
vestida con desenfado. Amador regresa y
se encuentra con ella dentro.
ESCENA 5
AMADOR
(Sorprendido)
¿Sí?
MUJER
He estado
tocando largo rato ¿no me escuchaba?
AMADOR
¿Quién es
usted...? ¿Quién la dejó pasar?
MUJER
Su mamá
AMADOR
No, no
(Sonríe) Ella no es mi madre. La señora
Rolanda es la dueña de esta pensión.
(Fastidiado sin dejar de ser cortés) Ya
le he dicho que cuando pregunten por mí les dé
el teléfono de mi oficina. Yo no atiendo aquí.
AMADOR busca en sus bolsillos y saca una tarjeta
AMADOR (CONT)
Esta es mi
tarjeta, aquí está la dirección y el teléfono.
Puede llamarme mañana. Soy
abogado civil por si acaso, familia, herencia, divorcios esas cosas, nada más.
Cómo dijo que era su nombre...?
MUJER
¿Por qué tiene
este cuadro así?
AMADOR
repara en el cuadro torcido, se acerca y lo acomoda. Con delicadeza lleva a la MUJER hasta la puerta.
AMADOR
Hasta
mañana. No se olvide de llamarme.
MUJER
Es el “Jardín de
las Delicias’’.
AMADOR
(Sorprendido)
¿Ehhh? ¡Ahhh....Sí¡
Los dos han quedado parados al pie de la puerta.
MUJER
¡La loca marcha
de la humanidad hacia su perdición!
AMADOR
(Impaciente) Lo
siento, estaba por salir.
MUJER
¿Está de acuerdo
con eso?
AMADOR
¿Perdón?
MUJER
¿Son las
delicias tentaciones que el hombre debe evitar?
AMADOR
(Más impaciente)
Debo hacer una llamada urgente y aquí no tengo teléfono.
MUJER
El bien y el
mal. Origen y término de la humanidad. ¿Es así como lo lee usted? El bien a la
izquierda, el mal a la derecha. Al centro, este gran jardín por donde
transitan hombres, mujeres y animales
libres, descubriéndose en juegos
placenteros, donde los frutos se ofrecen como manjares
irresistibles. ¿Puede ser eso la decadencia?
AMADOR
(Fastidiado y adoptando una clara
actitud de superioridad intelectual) ¡Señorita, este es el Paraíso, donde Eva es presentada a Adán. Si miramos la
pintura tal como leemos, es
decir, de izquierda a derecha, vamos a
tener entonces que después de la presentación
de Eva a Adán se desencadenan todos los pecados que el autor habría
representado aquí, al centro, en el panel mayor. Al final...
MUJER
(Señalando el
panel derecho) ¡El Infierno!
La MUJER descuelga el cuadro.
Ninguno de los dos repara en el agujero de la pared
MUJER (CONT)
¡Claro! Así es
como lee usted también esta pintura.
Piensa que al Infierno van a
parar quienes no se han resistido
a la seducción del placer que
ofrece este jardín maravilloso. ¿Está usted de acuerdo, entonces, que son
pecados las delicias y que el pecado empieza con Eva?
AMADOR:
(Disimulando su
incomodidad) Bosch fue un feligrés
ortodoxo del siglo XV
MUJER
Casi un cura.
AMADOR
Bueno. Y
todos los curas tienen una misión que
cumplir, no pueden quedarse con los brazos cruzados cuando sienten que el rebaño se les descarrila. Para ellos el cuerpo no puede guiar el camino
del espíritu.
MUJER
El cuerpo
alimenta el espíritu, no los sermones.
AMADOR
! Eso es! Su
pintura fue su
modo de oficiar sermones. Ahora,
que si todos los sermones fueran pinturas como estas, los fieles no se
perderían ni una sola misa
MUJER
Puede haber sido
también un modo de liberar sus fantasías.
AMADOR:
Eso puede sonar
irreverente.
MUJER:
¿Para usted? No
lo creo.
AMADOR
No pretendo
convencerla
MUJER
¿Qué le gusta de
este cuadro?
AMADOR
Todo
MUJER
¿Ha observado
cada imagen? Son cientos de imágenes
AMADOR
Lo se. (Irónico)
Las cuento cada noche para conciliar el sueño
MUJER
Aves inmensas
cargando a hombres y mujeres. Árboles que envuelven los cuerpos desnudos,
frutos enormes que se injertan en ellos...
AMADOR
(Con intención)
Flores brotando del trasero de una mujer… (Reaccionando) Perdón
MUJER:
Es la
voluptuosidad del amor. (Pausa) No me mire así, es la voluptuosidad del amor y
eso no cabe en una sotana.
AMADOR
¿Puede el amor
ser "voluptuoso"?
MUJER
Cuando uno ama,
toda cama queda estrecha
AMADOR
(Nostálgico)
Y toda razón es poca.
AMADOR (CONT)
(Reaccionando)
Mire, no sé qué hago yo conversando con usted de todo esto. Tengo que salir.
AMADOR va hacia la puerta y la abre
AMADOR (CONT)
Espero su
llamada mañana. No, mañana tengo un
asunto urgente que resolver y no estaré en la oficina. Ya será la próxima
semana...
MUJER
Seguro le
incomodó mi pregunta.
AMADOR
¿Me hizo alguna?
MUJER
¿Sabía usted que
Eva se enamoró de Adán?
AMADOR
¿De veras?
(Burlón) Sería porque no había otro.
MUJER
Fue en ese momento que el Paraíso se transformó. (Sutilmente cierra la puerta. Va
entrando)
MUJER (CONT) Los
animales se hicieron amigos del hombre y los frutos se volvieron su dulce
alimento.
AMADOR
Es una interpretación muy particular
MUJER
Sólo es una
manera de leer este cuadro. Eva
desencadenando todas las delicias. No
los pecados.
AMADOR
(Intrigado)
¿Quién es usted? ¿Ah? ¿Qué es lo que
busca? ¿Cómo es que la Señora Rolanda la
dejó entrar? Ella que sospecha hasta de
las hormigas que entran y salen de mi cuarto.
MUJER
¿Es usted
abogado no?
AMADOR
(Impaciente) Sí,
pero ya le he dicho que no atiendo en mi domicilio
MUJER
Usted no es nada
amable
AMADOR
(Acosándola)
¡No! Porque usted aparece y se instala en mi habitación sin que siquiera la
haya invitado a pasar. Se pone a dar opiniones arbitrarias sobre mis cuadros,
sobre mí.... ¿Qué es lo que quiere...? La mandó mi mujer ¿no es
cierto? Seguro que la mandó mi mujer que
insiste en hallar pruebas que me gustaría en verdad tener. ¿Ya
vio como vivo? Esa es mi cama, no guardo nada bajo el colchón. ¿Usted ve
aquí algo que valga la pena? El
equipo de música me lo remató un amigo, la hornilla y el termo me los regaló mi
madre. ¿Los muebles? Esos vinieron con el cuarto.
! Separación de bienes! A qué bienes se
refiere la ley cuando habla de separación de bienes. Los cuadros es lo único que pude traer
conmigo. Ella en cambio se quedó con mis
hijas.
MUJER
Si se está
refiriendo a su esposa, yo no la conozco
AMADOR
¿Entonces? ¿Qué hace metida en mi habitación?
AMADOR la toma del brazo y la
arrincona contra el ropero
AMADOR (CONT)
¿Qué es lo que
quiere? (Furioso) !Qué es lo que quiere!
La golpea
contra el ropero. La puerta del ropero se abre
y caen gran cantidad de zapatos. Al tiempo que una lluvia de
zapatos de todo tipo y color cae del
techo. Los dos van al suelo tratando de
protegerse. Silencio largo.
MUJER
¡Virgen de los
Pintores!
Poco a poco los dos salen de entre el mar de
zapatos.
AMADOR
(Avergonzado) Por favor… Le ruego que se vaya
MUJER
(Consternada)
Pero... ¿Qué es esto...?
AMADOR
(Suplicante)
¡Váyase por favor!
MUJER
Qué hace usted con...
Qué hace usted con...
AMADOR
(Alterado) ¿No ha visto nunca un zapato tirado en medio
de la calle? ¿No los ha visto? Yo sí.
¡Y los recojo! Me los traigo a casa.
MUJER
Pero...
AMADOR
(Furioso) ¡Váyase carajo! Váyase, váyase, váyase.....
(Furioso) ¡Váyase carajo! Váyase, váyase, váyase.....
MUJER
(Rotunda)
¡No¡ (Contenida) No puedo.
Silencio
MUJER (CONT)
No puedo irme
todavía. Lo ayudaré a recoger
Se levanta, toma un zapato
AMADOR
(Se apresura a
quitárselo) ¡No¡ No le voy a permitir que ponga las manos sobre mis cosas.
Lenta y
amorosamente AMADOR empieza a
agrupar los zapatos dispersos por
el suelo, para luego ir acomodándolos en el armario. Ella lo observa en silencio.
ESCENA 6
MUJER
¿Cómo hace usted
el amor?
Silencio. AMADOR continúa ordenando los zapatos como si no
escuchara
MUJER (CONT)
¿Acaso no se
quita los zapatos...?
Silencio
MUJER (CONT)
El no, él
empezaba por la gorra, se sacaba luego
la chaqueta, los pantalones, pero no las botas. Esas botas
golpeaban mis tobillos, amorataron mis
piernas.
La MUJER se quita un zapato y con un dedo repasa sinuosamente su pierna
MUJER (CONT)
Tengo las marcas
todavía. En los últimos encuentros yo me
resistí. Finalmente aceptó quitarse
sólo una. Pero la que quedaba puesta me arañaba con más furia.
Descubrí entonces que conmigo practicaba
ese modo original de tortura. Y lo detesté.
AMADOR
(Sarcástico) Es
la voluptuosidad del amor
MUJER
No, el amor tiene que ser también placentero.
Usted que ha observado tantas veces ese cuadro ¿no se ha dado cuenta que
allí no hay rictus ni gesto que no sea
fausto?
La MUJER repara en los pies
descalzos de AMADOR
MUJER (CONT)
¡Heyyyy…,
usted no lleva los zapatos puestos!
AMADOR
¿Ah? Sí, es para no molestar a la señora Rolanda.
MUJER
¿Hace el amor
con ella?
AMADOR
detiene su tarea
AMADOR
¿Qué?
AMADOR empieza a reír quedamente
mientras retoma su tarea
MUJER
¿De qué se
ríe? Apenas si la he visto, pero tiene cierto encanto esa señora
Rolanda...
AMADOR
¿Encanto...?
(Ríe más)
MUJER
¿Qué es lo que
le parece gracioso?
AMADOR
Su encanto.....
(Ríe más fuerte)
Ella se contagia de la risa y ambos terminan riendo en medio de los zapatos
tirados por el suelo.
MUJER
(Tratando de
recuperar la seriedad) ¡Shhh! No tan fuerte, va a pensar que la está
llamando.
AMADOR sigue riendo
MUJER (CONT)
¡Despacio que va
a venir!
AMADOR
¡No, no por
favor! No vengas “encanto”
Trata de contenerse pero suelta una
sonora carcajada
MUJER
¡Shhhhh!
Alcanza
su pie descalzo hasta la boca de
AMADOR, tapándosela. El acusa la calidez
de su planta sobre su boca. Se incomoda primero, pero poco a poco deja de reír
y acaricia el pie con sus labios. Ella
responde complacida. Se inicia entonces
una escena de amor entre los zapatos,
hasta que la mano de ella toque por
azar una bota que reconocerá familiar.
ESCENA 7
MUJER
¿De dónde la
sacó?
AMADOR
guarda la bota en el ropero
AMADOR
Es una
pregunta ingenua de respuesta obvia
MUJER
¿De dónde la
sacó?
AMADOR
La encontré
MUJER
¿Dónde?
AMADOR
En la calle.
MUJER
¿En qué calle?
AMADOR
En una plaza por
la que pasé mil veces. Era el camino más
corto hacia el estudio del tinterillo
que tramita mi divorcio. Estaba allí tirada, sola. La vi un día y otro día . Los zapatos de otras
gentes la iban cambiando de lugar. Con sus pasadores al aire como tripas.
Terminaría calcinada con tanto sol.
MUJER
¿Se compadeció
de ella?
AMADOR
La levanté, le
sacudí un poco el polvo.....
MUJER
¡Suerte del
objeto éste, que ya quisieran tener
muchos sujetos¡ Suerte que no tuve yo.
Yo también la encontré. Una noche. Pero no
tirada, sino bien ajustada a un pie enorme. Con sus pasadores bien amarados,
como tratando de evitar que se desparramara ese cuerpo grosero que descubrí después.
AMADOR
(Temeroso)
¿Conoces al dueño?
Silencio. La MUJER se asoma cuidadosamente a la ventana.
MUJER
(Intenta una
respuesta) Ayudo a mi padre en su negocio, pero yo no puedo sostenerme con la
propina que él me da. Dice que no es su culpa que yo no sepa hacer más que eso. ¡Cómo si supiera lo que yo sé hacer! Nunca quiso que
aprendiéramos nada más que lo que él nos enseñaba, pero, mi hermana y yo con la complicidad de
mi madre nos las arreglamos para
estudiar unos años después de la
secundaria. Hasta que ella murió. A él se le empeoró el carácter y ya
ni dejaba que saliéramos de casa.
AMADOR
(Ansioso) ¿Es de
tu padre? La bota es de....
MUJER
No, no, él ya ni
camina. No porque no pueda sino porque no quiere, de ese modo nos tiene todo el
tiempo pendiente de él. Además está la
tienda que hay que atender. Por eso cerramos
a las cinco. Mi hermana se queda con él, yo no,
yo salgo una hora después.
Siempre pensé que la noche existía para compensar lo que el día no da.
Silencio
AMADOR
¿Y?
MUJER
Para ser usted
abogado, no es muy sagaz.
AMADOR
Con una mujer no hay lógica que acierte. Prefiero
preguntar y no suponer
MUJER
Bueno, esta vez
suponga.
AMADOR
Uhmmm…( Buscando
ser delicado) ¿Duermes... poco?
MUJER
¡Bravo señor
abogado!
Pausa
MUJER (CONT)
Conocí a ese
soldado que se complacía en torturarme…
AMADOR
¿Un amante?
MUJER
Un soldado que
se empeñaba en convencerme que el día es uno solo.
Silencio.
AMADOR
(Tratando de
recuperar el hilo de la historia) La
bota que tengo...
MUJER
En una ocasión,
al quedarse dormido, tomé la bota que
se había sacado y camino a casa la tiré
en esa plaza, para que la destrozaran
las ruedas de bicicleta, escupieran sobre ella y la patearan esos niños que veía jugar siempre. No esperaba que alguien la recogiera tan pronto.
AMADOR
(Intentando
animarla) ¿Quiere café?
MUJER
¿Ya no quiere
que me vaya?
AMADOR
Sólo estoy
tratando de ser cortés
MUJER
Entonces le
acepto el café.
AMADOR
sale con la tetera hacia el baño. Va a poner agua. Ella aprovecha para buscar rápidamente entre
los zapatos, mientras habla
MUJER (CONT)
Estuve un tiempo sin acudir a sus citas, agobiada por la idea de volverlo a tener
encima de mí. Ya no quería verlo. Entonces
me cambié de peinado, de modo de
andar y de vestir.
Entra Amador con la tetera. La
sorprende buscando
MUJER (CONT)
(Disimulando)
Antes, éste era mi modo de caminar....
Hace la demostración. Amador la sigue
complacido
MUJER (CONT)
Suave, natural.
Mis vestidos de corte más bien mojigato, debajo de la rodilla. Después,
aprendí a caminar sin miedo aparente. Teñí mi pelo y levanté mis
vestidos. Era otra, otra mujer… Pero no resultó. Me encontró. No inmediatamente, pero me
encontró. Esa noche, iba pensando en mi
madre, cuando sentí que alguien jaló mi brazo por detrás, volteo inmediatamente
y...
Se da la
vuelta bruscamente intentando reproducir la escena. Queda frente a la pared con el agujero por
donde se divisa un ojo. El ojo
desaparecerá al grito de ella.
MUJER (CONT)
¡Ahhhh…!
AMADOR
¿Quién era?
MUJER
(Paralizada) Un
ojo, un rostro...
AMADOR
(Entusiasmado)
¡Unas botas!
MUJER
¡Shhhhhh!!
(Señalando el agujero en la pared) ¡ Hay
alguien allí mirándome!
AMADOR se percata del agujero y va avanzando lentamente hacia la pared.
AMADOR
¿Qué es esto?
Intenta mirar al otro lado
AMADOR (CONT)
Está muy oscuro.
AMADOR recoge el cuadro de Bosch y lo cuelga
tapando el agujero
MUJER
Pero... ¿va a
volver a taparlo?
AMADOR
¿Y qué quiere
que haga?
MUJER
¡Qué averigüe lo
que hay detrás!
AMADOR
Esta no es mi
casa. Si la pared tiene un agujero, no
es mi problema.
MUJER
Eso es más que
un agujero señor abogado... (Busca con
la mirada) ¿Tiene una linterna?
AMADOR
¿Para qué?
Ella se acerca al escritorio, rebusca por
encima.
MUJER
Cómo que para qué, alguien estaba mirando por ese agujero.
Cómo que para qué, alguien estaba mirando por ese agujero.
Ella sigue buscando por el escritorio.
AMADOR Recuerda el zapato que guardó bajo el pañuelo, corre al escritorio
interrumpiéndole el paso.
AMADOR
¡Ya basta!
No voy a continuar con esto. Es mejor
que se vaya.
MUJER
¿Y el café?
AMADOR
¡Por favor¡
Antes de que usted llegara, yo estaba trabajando tranquilo, no estaban mis
zapatos regados por el suelo, ni tan
confundido en este laberinto de palabras necias y de situaciones
absurdas.
MUJER
Antes de que yo
llegara, ese cuadro de Bosch...
AMADOR
(Interrumpiéndola)
No quiero discutir más ni sobre el
cuadro de Bosch…
MUJER (CONT)
Usted no estaba
enterado de ese agujero inmenso por donde alguien parece espiarlo...
AMADOR (CONT)
...ni sobre el
agujero en la pared.... ...
MUJER (CONT)
…no conocía
siquiera...
AMADOR (CONT)
...ni sobre su
dichosa bota
MUJER (CONT)
...la textura
que tiene la piel
Silencio
AMADOR
(Acusando el
golpe) Lo que quiero es que se vaya de una vez
MUJER
Usted sabe bien
lo que hay detrás de esa pared. Estoy
segura que allá hay más zapatos.
AMADOR
(Intentando
asustarla) ¡Sí! Pero con sus dueños. (La
va cercando) Allí los escondo cuando los traigo hasta aquí con engaños para quitarles los zapatos.
MUJER
Está queriendo
asustarme
AMADOR
Lo que vio hace
un momento, son los ojos suplicantes de
los espíritus de mis víctimas.
Así que márchese
de una vez si no quiere terminar allá
adentro
Ella
trata de huir del asedio de AMADOR hasta que él la carga a la fuerza y la saca
hasta el pasillo. Cierra la puerta
ESCENA 8
La tetera
está hirviendo. AMADOR desenchufa la cocinilla. Repara en el
desorden de su cuarto y repasa con
tristeza sus zapatos regados por el suelo. Intenta recoger sus zapatos para
acomodarlos en el ropero, pero repara en
la inmensidad de la tarea y cae desalentado sobre la cama. Permanece
allí por un rato. Luego, observa su escritorio también en desorden. Se acerca lentamente abre un cajón
y encuentra el zapato de taco, color naranja que trajo, lo saca, toma su caja
de limpieza y cuidadosamente lo limpia.
AMADOR
Nombre..., Raquel.
Edad..., 45 años
Lo repasa,
con la mirada, con las manos. Se lo
pone, le queda chico. Camina un rato por la habitación
con el talón afuera. Luego de su
paseo, toma un file nuevo y escribe:
AMADOR (CONT)
Pasaje de las
Angustias, nueve y treinta pm. Eco menudo y disparejo de tacones de hembra recién bañada, los
primeros humores de su cuerpo fresco son sólo para ella. Camina sin apuro, con
los ojos cerrados, aspirándose, tratando de retener ese olor a jabón y champú
que dentro de poco se desvanecerá entre otros aromas menos santos que trae la
noche, cerveza y humo, que penetrarán de todas maneras en sus ropas, su pelo, sus pechos, (Se
entusiasma) Va de naranja y rojo.
Vestido de tela barata, ceñido a la cintura. Cruza la calle de la Caridad. Los
esquineros la dejan pasar casi sin mirarla. Los tacones siguen sonando dispares, tic, tac, tic, tac, tic,
tac, tic.
Se pasea
nuevamente por la habitación como comprobando el sonido del taco, termina
frente al espejo improvisando a GIOCONDA, nombre que tomará Raquel la dueña del zapato, para despistar a
su inesperado interlocutor. Atrás el
cuadro de Bosch se ladeará dejando ver apenas, un rostro que observa la escena.
GIOCONDA
¡Que tanto me
mira! ¡No! ¡No soy Raquel! ¡Déjeme pasar! No, no lo conozco, no lo he visto en ninguna
parte! Por favor déjeme pasar o
gritaré. ¿Ah, sí? ¿En la calle no hay nadie? ¿Y quiere ver como en un segundo se llena de gente?
Intenta gritar, pero se calla, como
si alguien le tapara la boca. Se libera
CIOCONDA (CONT)
¡Sáqueme sus manos asquerosas de encima! Claro que son asquerosas (Enérgica) ¿Qué quiere? Dígame que es lo que
quiere, rápido. No señor, aquí nomás.
Señor, estoy apurada. No puedo. ¡Oiga! ¿Qué le pasa? (Se
sacude el brazo. Se arregla el vestido)
Está bien, está bien, a la vuelta creo
que hay uno. (Camina)
AMADOR jala la silla de su escritorio se sienta
simulando estar en un bar
GIOCONDA (CONT)
No, no deseo nada, lo único que quiero es que hable
rápido, no acostumbro a conversar con
extraños y menos en bares como estos. (Pausa)
Y yo le repito que a usted no lo conozco. ¿Qué dice? ¿Así? (Se mira sus ropas) Cómo, ¿así?
Es la ropa que uso siempre. ¿Qué me está usted queriendo decir? (Ríe)
¡Ja¡ ¿Pero qué tonta historia es esa? Mi
nombre es Gioconda. Yo soy Gioconda
Liceria. Es el nombre que me puso mi
madre. No gracias, no deseo nada. ¡No!
Silencio
GIOCONDA (CONT)
Mi madre era una
mujer muy…, bueno, a usted que le importa.
Silencio largo
GIOCONDA (CONT)
Fuimos trece
hermanos, a cada uno le puso el nombre de la obra de un pintor. Felizmente que
soy la mayor porque después... ya no le
fueron quedando nombres a la pobre. (Ríe
nerviosa) Mis otros hermanos se
llaman una Proserpina.
Por el rapto de Proserpina. A otro
le puso Guernica ¿Sabe de quién?
Uhhhmm, veo que no es usted muy instruido...
Finalmente al último de mis hermanos ¡pobre! le puso “Detalle”. El Señor se compadeció de él y lo recogió
pronto. Con ese nombre, hubiera sufrido
mucho el angelito. Es que la gente es
muy mala . Suélteme la mano, por favor.
No necesito consuelo.
Pausa
GIOCONDA (CONT)
A mi madre le fascinaba la pintura, sin embargo nunca llegó a visitar ni el Museo
Nacional. ¡Con tanto hijo¡ Lo poco que
sabía lo aprendió de los libros de la
escuela. Los conservó todos. Los guardaba dentro de un peldaño de la
escalera que daba a la azotea. Ah...
pero nosotros no podíamos ni tocarlos.
No. Nos los mostraba sólo cuando nos portábamos bien. O sea casi nunca. Cuando se hastiaba de tanto
criar hijos, cogía sus libros y se encerraba en el gallinero, espantaba a todas las gallinas y se hacía un campito en
una esquina. Pasaba horas allí. Yo
acostaba a mis hermanos y me sentaba en la escalera esperando que bajara. Tenía
miedo de que se convirtiera en gallina.
Un día me dijo:
Cuando yo me muera serás la dueña de ese paso de escalera… (Retira la cabeza
como si alguien quisiera jalarle el cabello) ¡Heyyyy! ¡Déjeme! (Se acomoda el
cabello) ¿Peluca? (Se levanta irritada) ¡Estoy apurada!
Como si alguien la jalara
bruscamente, regresa a su asiento
GIOCONDA (CONT)
¡Por favor
termine con esto de una vez! Oiga, yo
soy una mujer que apenas si salgo de mi
casa.... No se quién es, nunca antes lo había visto. (Nerviosa) No, no me dice nada la calle esa.
GIOCONDA (CONT)
(Levantándose) Yo
no tengo por qué seguir escuchando sus groserías. ¡Ayyyyy...! Suélteme. (Llamando) ¡Heyyyy!
¿Podría acercarse por favor...? ¿Es que
no va a venir nadie a ayudarme con este salvaje?
GIOCONDA simula forcejear hasta que se suelta. Se inicia una persecución.
GIOCONDA (CONT)
No.... no me
interesa, no, no quiero ir a
Australia... ¡Policía! ¡Policía...!
GIOCONDA al
verse acorralada se saca el zapato,
lo empuña amenazadoramente
GIOCONDA (CONT)
Atrás. Atrás. Si
da un paso más le clavo esto en el cerebro. No se atreva.....
Aprisionado
contra la pared, AMADOR esquiva la cara una y otra vez mientras con
desesperación golpea con el taco del zapato a diestra y siniestra sobre
el supuesto cuerpo del atacante, que terminará en el piso. Se detiene. Queda paralizado
mirando a su supuesta víctima y luego huye por el lado del baño. El zapato ha
quedado en el centro de la habitación.
ESCENA 9
El cuadro
de Bosch se mueve insistentemente. Una
voz llama por detrás de la pared
VOZ DE LA MUJER
¡Amador!
La MUJER ladea el cuadro tratando
de abrir más el agujero para poder
entrar al cuarto de AMADOR.
AMADOR
sale del baño arreglándose la
ropa y buscando quién llama. Tocan a la puerta.
VOZ DE CASERA
Señor Amador,
señor Amador.
AMADOR abre apenas la puerta.
CASERA
Ese timbre no
deja de sonar con encargos para usted. (Le entrega un paquete) Le trajeron
estas revistas
AMADOR
Ahhh…sí , gracias.
CASERA
¿Las va a leer
ahora? Hace días usted me ofreció
sentarse a conversar conmigo en el patio. ¿Recuerda?
AMADOR
Sí, pero ahora
no puedo
CASERA
Tengo café
recién pasado
AMADOR
Muy amable, pero guárdemelo para mañana
CASERA
Mañana le puedo invitar un poco más.
AMADOR
Gracias, pero no.
Gracias, pero no.
Intenta
cerrar, ella se lo impide.
CASERA
Le preparo té si
prefiere.
Se escucha un estrépito al interior. Es el cuadro que ha caído.
AMADOR
¡Hasta mañana¡
CASERA:
¿Qué fue eso?
AMADOR:
¿Ehhh? No se...
(Intentando una explicación) Estoy haciendo limpieza. Dejé la escoba mal recostada y debe haber
caído...
CASERA
¿La escoba?
AMADOR
Sí...Con algo más.
CASERA
¿Necesita
cera....?
AMADOR
No, el piso todavía está limpio.
Cierra la puerta. La casera se aleja murmurando. AMADOR encuentra el cuadro de Bosch caído y descubre
a LA MUJER tras el agujero. El hueco está
ahora más grande. La mujer
intenta cruzar el agujero.
AMADOR (CONT)
(Alterado) Pero,
¡por todos los santos! ¿Es que no me voy a poder librar de usted?
Ella se atasca. El la ayuda.
AMADOR (CONT)
¿No se había ido
ya?
Ella no contesta. Con dificultad termina de pasar. Se le ve desconcertada
AMADOR
Ha estropeado
toda la pared. La señora Rolanda hará un escándalo, me cargará los daños, me
pedirá que me vaya.... pero... ¿quién demonios es usted?
Ella no responde, se acerca al zapato de
taco que ha quedado en medio de la habitación y lo recoge, mientras AMADOR
toma el cuadro del suelo.
AMADOR (CONT)
¡Maldición¡ Ya
puede pedirle a la Virgen
de los Pintores que la ayude a reparar este cuadro si se ha dañado.
Se
encuentran, ella con el zapato en la
mano y él con el cuadro. Permanecen frente a frente por un momento. Ella rompe el silencio
MUJER
Con este taco lo golpeé, una y otra vez hasta que
cayó inconsciente sobre la vereda. Cuando lo vi con la cabeza rota, sentí miedo, miedo de haberlo
matado. Corrí y corrí asustada.
AMADOR
¡Me ha estado
espiando tras esa pared!
MUJER
No se cuánto
tiempo pasó hasta que reparé que iba descalza de un pie. En ese momento me di
cuenta que había dejado el zapato junto a él. Regresé, pero cuando llegué ya no
estaba el cuerpo...ni tampoco mi zapato.
AMADOR
¿Me va a decir
ahora que también este zapato es suyo?
MUJER
Sí.
AMADOR
¡Primero la bota
y ahora este!
Recoge un zapato al azar
AMADOR (CONT)
¿Y éste no será
también suyo?
Recoge otro
AMADOR (CONT)
(Con
desesperación) ¿Y éste...? ¿Y éste...? ¡No! Estos son mis zapatos. ¿Entiende?
He pasado meses recogiéndolos, los traigo, los limpio, los ordeno, los guardo,
los cuido, mientras tú te peleas con el
mundo entero allá afuera.
MUJER
¡Y tú pretendes
esconderte con el mundo entero aquí
adentro!
AMADOR
Sólo intento conocer a la clase de gente que camina por
esta ciudad. Quiero entender por qué los
bares están limpios, los cafés no huelen a café. En las calles, en las oficinas,
en los bancos, no hay ojos que te miren a la cara. No hay palabras. Hace meses
que no puedo hablar sino conmigo mismo.
Silencio
AMADOR (CONT)
¡Quiero encontrar
a alguien que no sea como tu soldado asqueroso!
MUJER
! Yo no soy como ese soldado asqueroso!
! Yo no soy como ese soldado asqueroso!
Silencio
largo
MUJER (CONT)
No esperaba
encontrarlo, no esperaba que me reconociera, no esperaba golpearlo. Tres
semanas pasé encerrada. Leyendo los
diarios, buscando algún indicio entre las defunciones y las páginas policiales. No encontraba nada, no sabía si quedó muerto
o herido sobre esa vereda. Mi miedo aumentaba con cada timbre que sonaba. Hasta
el repique de la bacinica de mi padre, que conozco tanto, me paralizaba
la respiración. Imaginaba a ese soldado entrando a mi dormitorio para
llevarme. Fueron días horribles, realmente horribles. Pero no podía quedarme encerrada. A mi
hermana se le estaba recargando el trabajo. Se habían acumulado las facturas
por cobrar y tuve que salir.
Silencio
MUJER (CONT)
Esta tarde me topé con él. Está allá
abajo.
AMADOR
¿Aquíiiiii?
MUJER
¡Sí! Afuera..., y me va a matar
AMADOR corre a la ventana
MUJER
¡Cuidado!
AMADOR
(Mira con
cautela) Hay un hombre que se pasea por
el frente.
MUJER
De saco gris.
AMADOR
Y lleva
guantes... ¿Es ese?
MUJER
Sí. Ahora salga
de la ventana.
AMADOR
¿Y qué piensa
hacer?
MUJER
(Irónica)
Convertirme en paloma. De tanto correr estoy aprendiendo a volar.
AMADOR
¡Es el mismo hombre!
AMADOR
sale de la ventana
AMADOR (CONT)
El hombre que se
llevó mis zapatos!
MUJER
Me siguió apenas
salí hoy de casa. Casi me había alcanzado cuando un zapato le cayó de acá
arriba. La señora Rolanda abrió el portón, entonces yo aproveché para entrar. Ella pensó que venía a buscarte y me dejó
pasar. Pero él se quedó allí parado, esperando. Su olfato de
sabueso entrenado le indicó que su presa estaba cerca.
AMADOR
Bajaré a hablar
con él
MUJER
No te lo
recomiendo.
ESCENA 10
Tocan a la puerta
VOZ DE CASERA
Señor Amador, ese timbre me vuelve
loca. Es la última vez que abro la
puerta hoy día. ¡Se lo advierto!
AMADOR
¿Quién es?
VOZ DE LA CASERA
El señor de los
zapatos ha regresado, quiere hablar personalmente con usted.
MUJER
¡No vaya!
VOZ DE LA CASERA
¿Va a bajar, o
no?
MUJER
El tendrá que
irse pronto se lo aseguro
AMADOR
Señora Rolanda,
dígale que.... enseguida bajaré.
MUJER
¡Por favor no
vaya!
AMADOR
Ese hombre se
quedará allí tocando hasta que usted salga.
MUJER
No. El se irá
pronto. Cumple el turno de noche en una imprenta
AMADOR
¿En una
imprenta? Qué hace un soldado en una impren...ta?
MUJER
Su Comando lo ha
destacado a una imprenta.
Amador corre a sus files y busca el de
Marduk
MUJER (CONT)
Los soldados
están por todas partes. ¿No lo sabe?
AMADOR
(Leyendo) Le
pidió que se largara, lo golpeó, lo pateó con su bota en la cara. (A la MUJER , entre asustado y
sorprendido) ¡Dios mío ¡ ¿Cuál es su nombre...?
MUJER
Pensé que nunca
me lo ibas a preguntar…
AMADOR
(Con
desesperación) ¿Cuál es su nombre?
MUJER
Me llamo Raquel
AMADOR
No, no, el tuyo no.
Silencio
AMADOR (CONT)
¿Qué dices...?
MUJER
¿El de él?
¿Quieres saber el nombre de él?
AMADOR absolutamente absorto ya no responde
MUJER
(CONT)
Qué importa cómo
se llama. Las cosas son así Amador. Hay raíces
que se plantan torcidas y que ni la mano experta de un jardinero puede enderezar después. Yo lo amaba, pero me lastimaba, me lastimaba
la pierna y me lastimaba el alma. Dos años pasaron y ni un sola noche dejaba de llorar, con él o
sin él siempre me encontraba enredada en
su cuerpo.
Silencio largo.
MUJER (CONT)
Tiré su bota la
primera vez que decidí dejarlo. El pensó que sólo era una broma de su enamorada
traviesa. Decidí entonces entrar a esa
imprenta, para estropearle la pierna, hacerle daño en
el mismo
lado en que yo lo padecía.
AMADOR
Pero no
acertaste… Fue a otro a quien malograste la pierna para siempre.
MUJER
(Conteniendo el
llanto) A él en cambio lo encontré bien
plantado en sus dos pies, siempre fuertes y rápidos para correr tras de mí.
AMADOR
ha quedado ahora al pie de la
ventana. Busca
AMADOR
Ya se fue
MUJER
Yo también tengo sueños Amador y no quiero que nadie me
los quite.
AMADOR
Tendrás que
terminar de aprender a volar
Ella va al cuadro. Lo observa
MUJER
¿Notaste que todos los pies
van descalzos?
Amador se acerca al cuadro
MUJER
(CONT)
Aquí no hay
botas aplastando corazones.
AMADOR observa con atención. Lo mira de
derecha a izquierda y viceversa. Ella va se dirige a la puerta lentamente y
sale de escena. Al voltear, Amador ya no
la encuentra. La busca por la habitación, se dispone a salir cuando la casera
aparece por el agujero de la pared.
ESCENA 11
CASERA
(Furiosa) ¡Señor
AMADOR! no le basta a usted con malograrme la chapa, malograrme la puerta...
AMADOR
¡Señora Rolanda!
CASERA (CONT)
¿...ahora tiene
que destruirme la pared?
AMADOR
Yo me haré cargo de los daños.
CASERA
Señor Amador
reconozco que no he sido lo suficientemente paciente con usted...pero esto es
demasiado.
AMADOR
No se
preocupe. Aprovecharé que tengo que
hacer una llamada y buscaré una persona que pueda repararla.
AMADOR se dispone a salir
CASERA
Claro, ahora sí
baja, cuando ese señor ya se fue.
AMADOR
¿Quién?
CASERA
El de los
zapatos. Lo dejó allí esperando. Ahhh…,
por cierto, no era tan energúmeno como parecía.
El sí aceptó mi café, hasta me pidió una tacita más. Hablamos un rato,
me pregunt...
AMADOR
¿Habló usted con
él?
CASERA
¡Claro! Lo
invité a pasar, no lo iba a dejar
afuera. Hubiera echado abajo ese timbre. Estuvimos conversando en la sala
mientras usted bajaba, pero de pronto se paró y se fue.
AMADOR sale corriendo. La CASERA repasa los daños de la pared sin reparar en
la salida de AMADOR
CASERA (CONT)
Cuando yo me
vaya, harás de esta casa un santuario.
Así me decía mi finado esposo. ! Muy romántico! Si supiera en lo que se ha
convertido esto desde que usted
llegó. Bien decía mi padre: con abogado
ni pagado!
AMADOR regresa
agitado y va derecho a la ventana.
Se vuelve donde Rolanda
AMADOR
Señora Rolanda,
le pido por favor que me haga la
liquidación.
Saca
sus maletas de encima del ropero
CASERA
¡Oh no! No Señor
Amador, no tiene que irse, en realidad lo de la pared lo podemos solucionar,
quizá pagando a medias, porque claro, yo tampoco tengo dinero...
AMADOR
va metiendo rápidamente su ropa en las maletas
AMADOR
Incluya los
gastos de la pared
CASERA
(Queriendo parecer enérgica) Lo puedo demandar
por incumplimiento de contrato ¿ah?
AMADOR toma el cuadro, buscando cómo
empaquetarlo lo deja a un lado.
CASERA (CONT)
(Suplicante)
Piénselo Dr. Amador...
AMADOR
Lo siento, ya lo pensé.
AMADOR
saca de su billetera unos cuantos billetes y se los entrega a la CASERA
AMADOR (CONT)
Puede quedarse
con el recibo.
CASERA
Es primera vez que veo ese
cuadro por delante
AMADOR clava la vista en la CASERA. Ella se siente descubierta
CASERA (CONT)
(Intentando disimular) Ehhh... ¿Cómo se llama?
AMADOR
¡El Jardín de las delicias!
CASERA
Ahhhhh....
AMADOR
La loca marcha de la humanidad
hacia su salvación
CASERA
Ahhhh...
AMADOR
Si observamos este cuadro, no como leemos, sino
en dirección opuesta, vamos a encontrar que aquí en el panel derecho el autor
ha querido representar el infierno. Este
es el infierno.... aquí estamos...., aquí, donde este ser monstruoso mezcla de
animal y hombre, sentado en un trono altísimo, va tragándose a otros hombres,
de ellos hace su excremento que va cayendo a un pozo de agua oscura por donde se asoman los rostros de otras
gentes recientemente devoradas.
CASERA
(Asustada) Dr. Amador, le alcanzaré su recibo enseguida.
LA
CASERA se pierde en el fondo. AMADOR coloca el cuadro sobre una silla al centro
del escenario.
AMADOR
En el panel central, este jardín maravilloso por donde transitan
hombres, mujeres y animales libres confundiéndose en juegos placenteros. Donde los frutos se ofrecen como deliciosos
manjares.
AMADOR está descalzo, recoge su maletín y va
saliendo de escena.
AMADOR (CONT)
Aves inmensas
cargando a hombres y mujeres. Árboles que envuelven los cuerpos desnudos,
frutos enormes que se injertan en ellos y flores que brotan del trasero de una
mujer
Los zapatos de la MUJER han quedado sobre el escritorio. El cuadro al
centro del escenario. La casera llega
con el recibo.
VOZ DE AMADOR (Desde el pasillo) Al final... !El
Paraíso!
CASERA (Sintiendo el impacto de
estar por primera vez con esa puerta totalmente abierta) Señor Amador. Señor Amador...
Intenta entrar, duda. Finalmente
ingresa sigilosamente y se dirige al
cuadro. Se queda observándolo con
curiosidad por un largo tiempo. Delante del escenario va bajando un telón semi transparente, con un agujero al
centro, simulando la pared del fondo de
la habitación. Las luces van bajando hasta cerrar en los zapatos de Raquel
sobre el escritorio. El apagón marca el fin de la obra.
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