ROSALINA Y LA HORMIGUITA DESOBEDIENTE
Marisina era
una hormiguita muy hermosa, pero tenía un defecto, era muy desobediente.
Mamá: Marisina,
¡ven aquí!
Ella no iba.
Mamá: Marisina,
lleva esto allí.
Ella no lo
llevaba.
Un día su
amigo Patitas el ciempiés, fue a buscar a Marisina para jugar.
Patitas: Marisina
¿te vienes conmigo a jugar?
Marisina: Claro
que sí, pero antes se lo preguntaré a mi mamá.
Marisina: Mamá
¿Puedo ir con Patitas a jugar?
Mamá: Si,
pero no se vayan muy lejos de aquí.
Marisina: Tranquila
mamá no iremos muy lejos.
Pero
Marisina, una vez más no obedeció y cuando estuvieron solos, le dijo a su amigo
–Patitas
Marisina: ¿Quieres
que vayamos al valle de las flores a jugar?
Patitas: Marisina
es mejor no ir, está muy lejos y ya sabes lo que ha dicho tu mamá
Marisina: No
te preocupes Patitas, mi mamá no se va a enterar, porque nada malo nos va a
pasar.
Marisina
convenció a su amigo, y los dos fueron al valle de las flores a jugar, se lo
pasaron muy bien los dos, jugaron al escondite, y también a las adivinanzas y
pasearon por el valle, que estaba todo lleno de pétalos de flor. Ya iban a
marcharse, cuando una de las patas de Patitas se le quedó enganchada en un
rosal.
Patitas: Marisina,
Ayúdame, no me puedo mover.
Marisina intentó
desenganchar a su amigo, pero no pudo.
Marisina: Lo
siento Patitas no puedo sacarte de ahí.
Asustada se
puso a llorar. Rosalina, estaba descansando en aquel maravilloso lugar, cuando
oyó el llanto de la hormiguita y se acercó para ver que le pasaba.
Rosalina: ¿Qué
te pasa? ¿Por qué lloras?
Marisina: Mi
amigo Patitas se ha quedado enganchado en este rosal y no lo puedo sacar.
Rosalina: No te preocupes yo lo sacaré de ahí.
Rosalina con
mucha paciencia la patita del ciempiés sacó. Y Patitas libre quedó –Marisina: Muchas
gracias duendecilla. Dijeron los dos amigos.
Rosalina: Espero
que hayas aprendido, y que la próxima vez obedezcas a tu mamá. Marisina (arrepentida):
No volveré a desobedecerla
Y cumplió su
palabra, nunca más la llamaron Marisina la hormiguita desobediente. Rosalina,
siguió su camino, el bosque de la Luz, tenía que encontrar, sabía que
allí la estaban esperando y que encontraría la felicidad.
Fin
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